Para lograr hacer un plano, tiene que haber acuerdos. Esto implica mantener reglas y leyes que marcan la visión de mi casa. Las cosas que acordamos en el comienzo del matrimonio marcan las pautas para el resto de la vida.
Si los cimientos no son sólidos, las paredes se agrietan. Por supuesto, en Cristo podemos reconstruir lo que sea que se haya roto, pero hacerlo lleva tiempo y muchas veces implica dolor. No queremos hacer llorar de dolor a nadie en nuestra casa.
Existen reglas básicas sobre las que siempre debemos hablar. Conceptos y conductas que hacen que las cosas sucedan.
- Conceptos: cosas que creemos
- Conductas: cosas que hacemos
Teniendo claridad, fortalecemos los acuerdos de nuestras casas. Es muy importante hablarlo y asegurarnos que todos entendemos lo mismo. Conceptos como responsabilidad, verdad, perdón, diálogo, no pueden ser dados por sentado. ¿Qué tiempo le dedicaremos a los hijos? Es un concepto. El cómo lo hago es una conducta.
Todo esto, debe estar sujeto a la regla central: al amor.