
Origen del día de San Patricio
En estos días, Patricio es conocido por la mayoría como San Patricio. Aunque técnicamente no es un santo canonizado por la Iglesia Católica, es bien considerado en todo el mundo cristiano. Pero, ¿por qué tiene un día? ¿Por qué siempre es el 17 de marzo? ¿Qué pasa con el verde? ¿Y por qué pensamos en un encantador de serpientes no irlandés como un símbolo de Irlanda?
El Día de San Patricio comenzó como una celebración religiosa en el siglo XVII para conmemorar la vida de San Patricio y la llegada del cristianismo a Irlanda. Este «Día de la Fiesta» siempre tuvo lugar en el aniversario de la muerte de Patricio, que se creía que era el 17 de marzo de 461 d.C.
A principios del siglo XVIII, los inmigrantes irlandeses llevaron la tradición a las colonias estadounidenses, y fue ahí donde San Patricio comenzó a convertirse en el símbolo de la herencia y la cultura irlandesas que es hoy. A medida que más irlandeses cruzaban el Atlántico, la celebración del Día de la Fiesta crecía lentamente en popularidad.
Tanto es así, de hecho, el primer desfile del Día de San Patricio se celebró en Boston en 1737. En 1903, el Día de la Fiesta se convirtió en fiesta nacional en Irlanda y, con el tiempo, se transformó en lo que ahora se llama el Día de San Patricio en el mundo. Desde entonces, la festividad se ha celebrado en todo el mundo en países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Argentina, Australia, Nueva Zelanda, Suiza, Rusia e incluso en toda Asia. Más recientemente también se festeja en México.
¿Quién fue San Patricio?
San Patricio, considerado el santo patrón de Irlanda, nació en Banna Venta Berniae, una ciudad en la Gran Bretaña romana, en algún momento a finales del 300 d.C. Así es, Patricio no era irlandés. Y su nombre tampoco era Patricio; de hecho, era Maewyn Succat, pero eso no le importaba, así que eligió ser conocido como Patricio en el futuro. Tuvo muchos apodos a lo largo de su vida: muchos lo conocían como Magonus, otros como Succetus y algunos como Cothirthiacus.
Pero simplemente lo llamaremos Patricio, como todo el mundo. Su padre, Calpurnius, era diácono en la iglesia cristiana primitiva, pero Patricio no era muy creyente (irónico, ¿cierto?). No fue hasta que fue capturado por piratas irlandeses a la edad de 16 y esclavizado durante seis años como pastor que decidió convertirse al cristianismo. Mientras estaba en el noreste de Irlanda, Patricio aprendió el idioma y la cultura irlandeses antes de intentar escapar de regreso a Gran Bretaña. Pero aparentemente no fue muy bueno para escapar, porque fue capturado nuevamente.
Esta vez por los franceses. Estuvo recluido en Francia, donde aprendió todo sobre el monaquismo antes de ser liberado y enviado a su casa en Gran Bretaña, donde continuó estudiando el cristianismo hasta bien entrados los 20 años.
Finalmente, Patricio afirmó que tuvo una visión que le dijo que llevara el cristianismo al pueblo irlandés, que en ese momento era predominantemente pagano y druídico. Sin embargo, sus enseñanzas no eran bienvenidas, así que tuvo que irse a otras islas de la costa. Ahí comenzó a ganar seguidores y finalmente se mudó al continente para difundir las ideologías cristianas en Irlanda durante muchos años.
Durante este tiempo, Patricio bautizó a miles de personas (algunos dicen que 100 mil), ordenó nuevos sacerdotes, guió a las mujeres a la monjas, convirtió a los hijos de reyes en la región y ayudó en la formación de más de 300 iglesias. El folclore también cuenta que Patricio desterró a todas las serpientes de Irlanda, pero por muy rudo que parezca, para empezar, nunca hubo serpientes en la isla. ¿Y qué tiene que ver el trébol de 3 hojas? Según la leyenda, Patricio lo usó para enseñar a los irlandeses el concepto de la Santísima Trinidad cristiana.
Ya tenían deidades triples y consideraban muy bien al número tres, por lo que el uso del trébol por parte de Patricio pudo haberlo ayudado a ganarse el favor de los irlandeses.
Tradiciones del día de San Patricio
El trébol ha sido durante mucho tiempo una pieza de la iconografía irlandesa porque simboliza «el renacimiento de la primavera». Pero como se ha mencionado anteriormente, actualmente se utiliza en el día de San Patricio porque fue una herramienta útil de Patricio para explicar el concepto de la Santísima Trinidad cristiana.
Si bien no son fáciles de encontrar en la vida cotidiana, el 17 de marzo se suelen pintar en alguna parte del cuerpo. Hay que ponerse el color verde para celebrar a Irlanda el Día de San Patricio y atraer la suerte. ¿Alguna vez te has preguntado por qué el color verde? Resulta que el uso del verde fue un movimiento de identidad política y cultural en Irlanda, y la posición contra el colonialismo británico.
Otra razón para vestirse de verde para tener suerte es que la leyenda dice que los duendes no pueden verte si estás usando el color verde. ¡Y si te ven, te pellizcarán! Del mismo modo, la tradición dice que puedes pellizcar a alguien en el día de San Patricio que no esté vestido de verde, pero esto puede ser una americanización, no una verdadera costumbre irlandesa.
De hecho, los duendes originalmente vestían de rojo en el folclore irlandés. Y por último, pero no menos importante, ¡no te sobrepases! Muchos utilizan este día para beber cerveza, pero en realidad no hay razones para emborracharse. De hecho, hasta la década de 1970, los pubs estaban cerrados en Irlanda el día de San Patricio y las celebraciones generalmente incluían un viaje a la iglesia.

Entonces, el ángel les habló a las mujeres: «¡No teman!—dijo—. Sé que buscan a Jesús, el que fue crucificado. ¡No está aquí! Ha resucitado tal como dijo que sucedería. Vengan, vean el lugar donde estaba su cuerpo. — Mateo 28:5–6 NTV Imagina que un ser querido ha llegado al final de su vida terrenal y le has dado sepultura. Días después, visitas su tumba y la encuentras vacía. Un ángel te dice que ha resucitado. Imagina la maravilla, el miedo y la duda que podrías experimentar. Estas fueron algunas de las emociones de los primeros testigos de la resurrección de Jesús. Este momento victorioso no es solo un acontecimiento pasado, sino el comienzo de una nueva era llena de esperanza. En Mateo 28:6 (NTV), el ángel dice: «¡[Jesús] no está aquí! Ha resucitado tal como dijo.». Estas palabras fueron algo más que un simple anuncio: marcaron un punto de inflexión en la historia de la humanidad. La resurrección abrió la puerta a la comunión con el Padre y afirmó que la muerte no tiene la última palabra. Igual que resucitó y ascendió al cielo, volverá por nosotros (Hechos 1:9–11). Podemos transmitir a la siguiente generación esta verdad asombrosa: la resurrección de Jesús nos transforma y nos prepara para la unión eterna con él. La resurrección significa el poder incomparablemente grande de Dios que también está disponible para los creyentes hoy (Efesios 1:19). Estamos anclados en la verdadera resurrección de Cristo. Su victoria significa que ya no vivimos con miedo, sino con esperanza, confiando en Su fidelidad. Christine D’Clario ¿Qué significa que Jesús proclamara la victoria sobre la muerte? ¿Qué puedes hacer esta semana para confiar más en Dios con tus miedos? Señor Jesús, gracias porque en tu resurrección encuentro vida y esperanza. Por favor ayúdame a confiar en tu victoria y a compartir esta verdad con el mundo. Amén.

Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu. —Juan 19:30 RVR Consumado es. Estas fueron las últimas palabras de Jesús en la cruz. En ese momento, la historia se partió en dos. Fue el día más oscuro de la creación: el cielo se enlutó cuando el Hijo de Dios, a través del cual se hicieron todas las cosas, exhaló su último aliento. Jesús vino como un verdadero héroe. Dejó su trono, su gloria y su posición divina para habitar entre nosotros. Trajo esperanza, paz y reconciliación (2 Corintios 5:19); Él abrazó nuestra fragilidad y nuestra fe débil. Él no vino solo a cautivar a un mundo alejado de Dios, sino a reconciliarlo con su creador. Murió por nuestros pecados para que no tengamos que soportar ese castigo y permanecer separados de Dios. Gracias a su sacrificio, podemos tener vida eterna y estar con Dios para siempre. Juan 3:15 promete que todo aquel que crea en Él tendrá vida eterna. La cruz fue cruel y despiadada, llena de sufrimiento y agonía, sin embargo, condujo a la resurrección. Dios no escatimó nada para cambiar nuestra historia, escrita con la tinta de la sangre derramada en la cruz del Calvario. Por el sacrificio de su Hijo en esta cruz, todas las generaciones están unidas. Al compartir esta historia a lo largo de las generaciones, invitamos a otros a unirse a la familia de Cristo y compartimos el mayor regalo posible. Y la oscuridad se convierte en luz. Alex Campos ¿Cómo puedes vivir cada día en respuesta al sacrificio de Jesús? ¿Con quién puedes compartir esta semana la esperanza que tenemos en Jesús? Jesús, gracias por entregar tu vida por mí. Por favor, ayúdame a vivir cada día en gratitud por tu sacrificio y que mi vida refleje tu amor y tu gracia. Amén.

Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. —1 Juan 4:7 RVR De niña, una de mis cosas favoritas era escuchar las historias de fe que mi padre compartía con nosotros. Siempre me asombraba ver cómo el poder y la fidelidad de Dios se habían manifestado en su vida. Era muy alentador para mí ver cómo su amor por Jesús se hacía evidente en la forma en que amaba y servía a los demás. Ahora, mientras desarrollo mi propia relación con Jesús, he tenido el privilegio de servirle y ser testigo del impacto de compartir su amor con otros. En 1 Juan 4:7, el apóstol Juan dice: “Queridos amigos, amémonos unos a otros”. Esto nos recuerda que fuimos llamados a amar porque conocemos a Dios. Cuando amamos, seguimos el gran mandamiento, “‘Ama al Señor tu Dios con todo tucorazón, con toda tu alma y con toda tu mente (...) Este es el primero y el más importante de los mandamientos” (Mateo 22:37–38) Se nos instruye entonces: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (v. 39). Servimos y amamos a Dios sirviendo y amando a su pueblo. ¿Cómo servimos a los demás? Una manera de hacerlo es mostrar la misma compasión y gracia que Dios nos muestra cada día. Esta gracia y compasión es un don maravilloso para compartir con los demás y les muestra la luz de Cristo (Juan 8:12). Daniela Calveti ¿Con quién puedes compartir el amor de Dios esta semana? ¿En qué áreas puedes servirle a Dios en tu iglesia, tu comunidad o en tu trabajo? Querido Dios, gracias por el amor que Tú me has dado. Que mi vida refleje tu gracia. Por favor ayúdame a ver a los demás como tú, con una lente de amor y compasión. Lléname con tu Espíritu Santo para servir con un corazón dispuesto. Usa mis palabras y acciones para glorificarte y acercar a otros a ti. Amén.

Porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén. —2 Corintios 1:20 RVR Al crecer como hijo de un misionero, vi en primera persona lo que significaba confiar en las promesas de Dios. Mi padre y mi madre dedicaron sus vidas a compartir el evangelio, e incluso cuando las cosas se pusieron difíciles, su fe nunca flaqueó. Vivían con la profunda convicción de que Dios sería fiel, costara lo que costara. El pueblo de Israel sabía lo que significaba esperar en las promesas de Dios. Durante siglos, anhelaron al Salvador. Isaías profetizó su venida (Isaías 7:14). Miqueas predijo su lugar de nacimiento (Miqueas 5:2). Entonces, un día, en una sinagoga, Jesús desenrolló el rollo de Isaías y declaró: «Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros» (Lucas 4:21). La espera había terminado. Pero ¿y cuando esperamos y nada parece cambiar? ¿Cuándo las dificultades persisten y las oraciones no parecen recibir respuesta? Aférrate a esto: Dios es fiel. Todas las promesas del Antiguo Testamento se han cumplido en Cristo Jesús (2 Corintios 1:18–22). Si Dios puede cumplir más de trescientas profecías, puede ayudarte en tus luchas. E incluso aunque las dificultades no terminen en esta vida, Dios promete la salvación a través de Jesús, del dolor y las luchas que el pecado ha provocado en este mundo. Si Dios cumplió su palabra al enviar a Jesús, también la cumplirá contigo. Marcos Witt ¿En qué área de tu vida necesitas acordarte de que Dios es fiel? ¿Cómo puedes recordar hoy que Jesús es el cumplimiento de todo lo que Dios ha prometido? Dios, gracias porque, en Jesús, veo el cumplimiento de tus promesas. Por favor, ayúdame a confiar en tu fidelidad, aun cuando persistan las dificultades. Amén.

Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca. —Éxodo 13:17 RVR ¡Libertad! Este versículo de Éxodo nos habla del día donde el pueblo de Israel vivía lo que había soñado durante 400 años: Libertad. Sus pies cruzaban fronteras desconocidas, dejando atrás el lugar donde habían sido esclavos, Egipto. Sin embargo, Dios eligió guiarlos por el camino largo, el que iba a través del desierto, porque si tomaban el camino corto, terminarían regresando a Egipto ya que aún no estaban preparados para las batallas que podrían encontrar. Dios dijo: “Si se les presentara batalla, podrían cambiar de idea y regresar a Egipto” (Éxodo 13:17). Esto nos enseña acerca de la fidelidad de Dios y Su sabiduría en guiar a los israelitas y a nosotros. Su amor perfecto no solo te conducirá a una libertad temporal, sino a una completa y duradera. “Así que, si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres” Juan 8:36 NVI. Aunque tu realidad actual parezca estar lejos de la tierra prometida o te sientas perdido en el desierto, el Dios de Abraham, Isaac y Jacob siempre estará contigo (Juan 14:16). Puede que nos tome generaciones y generaciones en ver cumplida la promesa, como les ocurrió a los israelitas para llegar a su destino; sin embargo, es nuestra responsabilidad recordarnos a nosotros mismos y a nuestros descendientes que Dios es verdaderamente fiel (1 Corintios 1:9). Diego Delima ¿Qué áreas de tu corazón o de tu mente necesitan libertad? ¿Cómo ves la guía de Dios en tu vida? Padre, elijo creer en tu amor fiel y en tu camino para mí. Aunque las cosas parezcan diferentes de lo que he imaginado, confío en que Tú estás haciendo una buena obra en mi vida. Tú cumplirás tu promesa sobre mi vida. Amén.

Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti. —Génesis 17:7 RVR Recuerdo una época en la que todo en mi vida parecía desmoronarse. La música, que siempre había sido mi refugio, se convirtió en una fuente de frustración. Mis sueños se hundían y me cuestionaba si realmente estaba en el camino correcto. Fue en ese momento de incertidumbre cuando Dios me recordó su pacto con Abraham. Me di cuenta de que mi vocación no dependía de mis circunstancias, sino de Su fidelidad. Igual que sostuvo a Abraham, me sostendría a mí. En Génesis 12, Dios prometió a Abraham una tierra en la que se establecería, que su descendencia sería numerosa y que todas las naciones serían bendecidas a través de él. Dios prometió: “Haré de ti una nación grande, y te bendeciré…” (v. 2 RVR). Este pacto era para todas las generaciones de Abraham, incluidos nosotros. A través de Jesús, descendiente de Abraham, Dios cumplió su plan redentor. Cuando aceptamos el regalo de Dios, de Jesús como sacrificio por nuestros pecados, entramos en una nueva relación con Él, convirtiéndonos en parte de Su familia y herederos de Su promesa. Nos enfrentaremos a desafíos. Pero el pacto de Dios sigue siendo inquebrantable. Cuando surjan dudas, recuerda que Dios es fiel. Su amor y compromiso contigo no dependen de tus circunstancias, sino de Su carácter inmutable. Esta es una buena noticia para todas las generaciones. Travy Joe ¿A qué reto te has enfrentado o te enfrentas ahora? ¿Cómo puedes recordar hoy la fidelidad del pacto de Dios? Dios, gracias porque Tú nunca cambias. Por favor, ayúdame a confiar en Tu pacto eterno y a vivir cada día con la seguridad de que Tú nunca me abandonarás. Amén.

Generación a generación celebrará tus obras, Y anunciará tus poderosos hechos. —Salmo 145:4 RVR Crecí en un hogar donde la fe en Dios era el centro de nuestras vidas. Mis padres me enseñaron a orar, a leer la Biblia y a confiar en Dios. No solo escuchaba lo que mis padres decían; también veía los principios de fe reflejados con su ejemplo en casa. Salmo 145:4 nos recuerda que la fe no es algo que debamos guardar para nosotros mismos, sino un legado que debemos transmitir. Estamos llamados a hablarles a nuestros hijos acerca del poder de Dios y sus maravillosas obras en nuestra vida. En nuestra cultura hispana, valoramos profundamente la familia y la herencia que dejamos a nuestros hijos. Compartir acerca de nuestro asombroso Dios y ser un testigo fiel para ellos es una herencia espiritual importante que tenemos el honor de dejarles. Dios nos ha llamado a ser puentes entre generaciones, asegurando que el fuego de conocer y seguir a Dios continúe ardiendo en los corazones de los que vienen detrás de nosotros. Se nos ha encomendado hablar “de tus obras poderosas y de la majestad y gloria de tu reinado [el de Dios]” (v. 12 NTV). Cómo vivamos hoy con Dios en el centro de nuestras vidas repercutirá en nuestros hijos y nietos. Y no se trata solo de nuestra historia. La mejor que podemos dejarle a nuestros hijos será la historia de Dios escrita a través de nosotros. Déjales un legado de fe. Josh Morales ¿Quién ha reflejado a Dios en tu vida a través de su forma de vivir? ¿Cómo transmites tu fe a la siguiente generación? Señor Jesús, gracias por la herencia de fe que yo he recibido. Por favor, ayúdame a ser un testimonio vivo de tu amor y a guiar a las generaciones futuras hacia tu verdad. Que mi vida refleje Tu fidelidad y que Tu nombre sea exaltado de generación en generación. Amén.

En medio de tanto pecado, Dios siempre quiere librarnos y protegernos. Hay varias historias bíblicas que nos muestran esta gran verdad, una de ellas es como Dios rescató a Lot y su familia de una ciudad llena de pecado y maldad. Otra historia es cuando Dios ordena a Noé crear un arca porque iba a enviar un diluvio a un pueblo lleno de maldad. La palabra nos dice que Noe halló gracia ante los ojos de Dios cuando la tierra estaba llena de maldad, pero Dios protegió a los que caminaban en rectitud. Con estos dos ejemplos bíblicos quiero ilustrarte que Dios siempre quiere protegernos, les dio protección a las familias de Noe y de Lot, aún en medio del pecado, del caos, Dios siempre quiere tenerte apartado para ÉL. ¡Qué lindo es terminar este devocional sabiendo que la protección de Dios es totalmente para mí y está disponible todos los días a todas horas! Ese es el amor de Dios, su cuidado y su protección para cada uno de nosotros. Así que no sólo eres amado, también eres cuidado y protegido por nuestro Dios. Oración: Dios gracias por ayudarme en mi debilidad, gracias por protegerme en medio de mi humanidad, te pido que me ayudes a estar en tu santidad. Amén.

¿A cuántos nos ha causado desesperación algún cambio en nuestra vida que no estaba planeado? Josué: un leal escudero de Moisés que pasa a ser su sucesor para ser el instrumento de Dios y así conquistar la tierra prometida. ¿Te puedes imaginar este gran cambio? Una noticia puede causar: dudas, miedos, incertidumbres, desesperación. Por lo general los cambios son así. Y estoy seguro de que en tu vida has tenido que enfrentar cambios, así como laborales, personales, amorosos y, eso no es fácil. Muchas veces los cambios causan dolor, causan tristeza, así como también causan mucha alegría o miedo. Pero la promesa de Dios es que en medio de nuestros cambios promete estar con nosotros. Él no nos va a dejar, no te va a abandonar, siempre estará contigo, a tu lado. ¿Te has sentido solo durante los cambios? Dios está ahí, es tiempo de cobrar ánimo y saber que su protección es grande y por eso incluye nuestra vida personal, nuestras batallas, nuestros cambios y el día de mañana veremos como Dios nos da protección para vivir en santidad. Oración: Dios guíame a tomar las mejores decisiones, y hoy oro para que tu protección pueda estar en cada cambio que vaya a haber en mi vida. Eres mi Padre que nunca me dejas solo. Gracias por cuidarme y amarme. Amén.

Una de las características que tiene una batalla es que posee un tiempo definido. Una batalla no es eterna, no es para toda la vida, tiene una fecha de caducidad. Dios promete estar con nosotros en medio de esas temporadas de nuestras vidas, sé que es difícil, sé que es cansado e inclusive doloroso en algunos momentos. Un personaje bíblico que todos conocemos es el rey David, él vivió muchas batallas, tanto físicas, como emocionales y espirituales. Este autor de muchos de los salmos que tenemos hoy en día escribe en el Salmo 46:1 que Dios es nuestro amparo y fortaleza, que es nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Así que las batallas no dependen de nuestras habilidades o del lugar. Dependen del Dios tan grande que nos protege en medio de ellas. Si *estás* pasando por una batalla en tu vida, recuerda esto: No *estás* solo. En diferentes circunstancias hemos buscado pronto auxilio en otros lugares, medios o personas, pero debes de saber que el único lugar seguro es Dios. *Él* te da seguridad, *ánimo* y fortaleza en medio de la batalla. Oración: Dios ayúdame en medio de mis batallas, muchas veces me he sentido cansado y débil. Renueva mis fuerzas para poder triunfar y gracias por tu protección en medio de la batalla. Amén.



