Arqueólogos desenterraron 8 escalones de 2.700 años de antigüedad en la piscina de Siloé, el lugar donde, según los textos bíblicos, Jesús sanó la ceguera de un hombre.
El hallazgo generó asombro ya que, forman parte de la también denominada ‘Ciudad del David’. Un lugar milenario que fue desenterrado de forma fortuita por especialistas israelíes durante la realización de obras de infraestructura.
La historia indica que se trata de un estanque que era parte del suministro de agua de Jerusalén durante el reinado de Ezequías (716/15-687/86 a.C), el que había sido destruido en el año 70 y, había quedado tragado por los sedimentos tras fuertes lluvias invernales.