El bloque administrativo del presidente Joe Biden hizo una petición legal para bloquear «inmediatamente» la ley anti-abortos de Texas, pero el juez a cargo se negó y terminó rechazando la demanda.
La semana pasada, un juez federal rechazó la solicitud de la administración Biden para bloquear de manera inmediata la ley de latidos del corazón de Texas, que regula y restringe el acceso a abortos en el estado.
El experto en leyes señaló que debido a la complejidad y delicadeza del caso, es necesario que ambas partes (gobierno estatal y administración presidencial) se presenten en la corte.
Se trata del juez federal de distrito Robert Pitman, nominado por el presidente Barack Obama, quien emitió un favorable fallo, negando la solicitud del Departamento de Justicia que pedía un aceleramiento en la examinación de dicha ley, que entró en vigencia el pasado 1 de septiembre.
El juez había establecido la audiencia sobre esta ley para el próximo 1 de octubre, sin embargo, el Departamento de Justicia manifestó que no tenía intereses en esperar tanto tiempo, y pidió que la audiencia se adelantara para el 21 de septiembre, pues sus intenciones eran bloquear inmediatamente la ley tejana, aunque Pitman terminó negándose.
«Este caso presenta cuestiones de derecho complejas e importantes que merecen una oportunidad completa para que las partes presenten sus posiciones ante la Corte», escribió.
Pitman concluyó que la petición del departamento del gobierno dirigido actualmente por el presidente Biden, de acelerar el proceso legal, «es negada».
Esto ha sido un motivo de celebración por parte de la comunidad pro-vida, quien se ha mostrado contenta con la nueva ley de latidos del corazón de Texas.
Dicha propuesta tiene el fin de regular en gran manera los abortos en el estado, estableciendo que estas practicas homicidas solo se permiten hasta la sexta semana de gestación, que es cuando se detectan los latidos del corazón del feto, realizar un procedimiento de este tipo después del tiempo marcado se considera un delito.
La reducción en asesinatos de bebés, denominado por las clínicas abortivas como «interrupción del embarazo», se debe a que la mayoría de las madres no se percata que están encintas sino hasta después de la sexta semana, por lo que los derechos de los no nacidos quedan protegidos por la ley.
Credito de fotografia: ABC News