
Adoptar a un perro es una gran decisión, aunque es algo sumamente gratificante y que puede traer alegría a tu hogar es muy probable que al principio tanto a ti como al animal les cueste trabajo adaptarse a esta nueva vida.
Para que la transición al nuevo lugar sea más sencilla, te compartimos algunas acciones que debes realizar
Antes de adoptar una mascota:
Elige al perro ideal
Con esto nos referimos a que consideres factores como la edad, el tamaño y su energía, de este modo encajará mejor con tu estilo de vida, por ejemplo, si vives en un departamento lo mejor es adoptar a un perro de raza pequeña, si quieres un perro que no requiera mucha actividad física lo más conveniente es elegir un perro adulto.
Prepara tu casa
Antes de que la nueva mascota llegue a tu hogar debes hacerlo a prueba de animales, es decir, guarda objetos de valor o delicados que pueda romper, así como los químicos o productos de limpieza, cierra bien los botes de basura, resguarda las plantas y bloquea el acceso a los lugares donde no quieras que pase. Con esto evitarás regaños y enojos innecesarios.
Prepara a tu familia
Asegúrate que tu pareja, tus hijos o las personas con las que vives comprendan que adoptar un perro es una responsabilidad a casi 15 años o lo que dure la vida de la nueva mascota. Lo recomendable es dividir entre todos los cuidados: las horas de paseo, los baños, la limpieza cuando haga sus necesidades, etc.
Una vez que el perro llegue a tu hogar:
Reserva tiempo para él
Para que el animal se adapte bien a tu hogar necesitará de tu apoyo y atención, por lo tanto, es importante que cuando adoptes a un perro cuentes con tiempo libre para no dejarlo solo en un entorno que no conoce, así podrás observarlo y estar al pendiente de lo que hace. Lo ideal es que si trabajas fuera de casa, reserves unos días para esto.
Déjalo explorar el lugar
Tu nueva mascota tendrá que familiarizarse con tu casa y al explorarla decidirá cuál será su lugar para descansar, donde se sienta cómodo y protegido. Probablemente sea donde hayas colocado su cama para perros, pero si no es así permítele quedarse en el sitio que eligió, cuando obtenga confianza podrán definir otro espacio y que poco a poco se acostumbre.
No lo obligues a acercarse a ti
Dependiendo de sus experiencias pasadas, el perro puede mostrarse extremadamente activo y muy emocionado o distante y tímido, en cualquiera de estos casos es importante que le des tiempo para establecer un vínculo contigo. Por ahora lo más importante es que lo hagas sentir seguro.
No trates de entrenarlo
Al menos no por ahora, el período de adaptación no es el ideal para saturarlo con órdenes y exigencias, en esta etapa el perro probablemente no te obedecerá, tú terminarás sintiéndote frustrado y él se estresará, lo cual dificultará su aprendizaje más adelante. Después habrá tiempo para adiestrarlo.
Establece rutinas
Que no lo entrenes no significa que no existan rutinas, de hecho, establecer una es el secreto para una adaptación exitosa. Fija horarios para darle de comer, pasearlo, jugar, dormir y haz que estos se adapten a tu propia rutina, así será más fácil que se acople a la dinámica del hogar y poco a poco aprenda, por ejemplo, a hacer sus necesidades afuera. Establecer el tiempo para cada actividad le dará seguridad y confianza.
¿Qué hacer si hay niños en casa?
Es normal que los niños se emocionen mucho cuando una nueva mascota llega a la casa, pero la gran cantidad de atención que le prestan puede llegar a abrumar al perro y ser contraproducente para su adaptación.
Para que el foco de atención del niño no sólo sea el animal debes entretenerlo con algo más, puede ser un nuevo juguete, un regalo o una nueva actividad. Otorgarle responsabilidades con la nueva mascota también ayudará, fija un día para que él pasee al perro o que limpie su espacio, pero, sobre todo, supervísalo en todo momento, así tanto el niño como el perro estarán seguros.
¿Qué hacer si hay otro perro en casa?
Si ya tienes un perro y piensas adoptar otro, puedes sentir miedo a que los animales sean territoriales y peleen, para que esto no suceda lo mejor es que ambos se conozcan fuera de casa, en un lugar abierto, es recomendable que estén atados a la correa, pero sin tensarla para no darles una señal de ataque.
Deja que se huelan e interactúen, así tendrán un antecedente cuando el nuevo perro llegue a tu hogar. En casa evita que haya conflictos poniéndole a cada uno su propio plato de comida y agua, verás que poco a poco se acostumbrarán el uno al otro.
¿Cuánto tiempo tarda un perro en adaptarse a un nuevo hogar?
No hay un tiempo exacto para determinarlo, algunos animales logran adaptarse después de 15 días, pero otros pueden tardar meses o incluso años dependiendo de sus experiencias pasadas.
Al adoptar un perro deberás poner en práctica la paciencia y la observación, así podrás llegar a conocerlo bien y él a ti hasta que ambos generen un vínculo.
En Canuto reconocemos la importancia de la adopción animal, por eso cuando adquieres uno de nuestros collares artesanales para perros, camas, platos o cualquier otro artículo, parte de tu compra la destinamos a albergues y refugios de animales.
Coméntanos abajo si has adoptado una mascota y cómo fue su proceso de adaptación, y compártenos otros tips que conozcas para que un perro se acostumbre a su nuevo hogar.

Jesús nos equipa para vivir en libertad. Cuando las presiones y los ataques de la vida nos asaltan, somos todo menos impotentes. Tenemos fe, verdad, justicia, paz, la palabra de Dios, recursos divinos mediante la oración, y nos tenemos los unos a los otros. Lo que me encanta de la imagen de la armadura que describe Pablo es que muestra una verdad externa sobre una realidad interna. La imagen de la armadura física refleja exactamente el papel que Dios desempeña por nosotros espiritualmente. Él nos cubre, nos ayuda y nos protege en Cristo. Piénsalo… Cinturón: ¿Quién es nuestra verdad?…Jesucristo. Coraza: ¿Quién es nuestra justicia?…Jesucristo. Escudo: ¿Quién es el autor y consumador de nuestra fe?…Jesucristo. Casco: ¿Quién es nuestra salvación?…Jesucristo. Espada: ¿Quién es el Verbo hecho carne?... Jesucristo. Zapatos: ¿Quién es el Príncipe de la paz?…Jesucristo. Recuerda, no luchamos por la victoria, ¡luchamos desde la victoria! Él ya ganó. No esperamos una victoria futura: cuando Cristo murió y resucitó, selló el trato. La deuda de la humanidad fue saldada. Por eso nos revestimos de Cristo, sabiendo que en él Dios nos ha dado poder divino para derribar fortalezas y nos ha liberado. Lo sorprendente de la ilustración de Pablo sobre la armadura de un soldado romano es que también muestra su punto más débil: la espalda. Esta infantería romana de élite tenía formaciones avanzadas llamadas falanges, donde cada soldado protegía la espalda de otro. ¡Literalmente se protegían las espaldas! Se podría decir que esto significa que tu armadura no es solo para ti. Mi armadura no solo puede protegerme a mí, sino también a ti. Por eso es tan importante que hablemos de la verdad de Dios, oremos por y en nombre de los demás, y compartamos la fidelidad de Dios. Oración Señor, ¡vísteme hoy con tu armadura! Ármame para estar listo y preparado para la victoria. Dame ojos para ver cómo puedo proteger a otros con lo que me has dado. Ayúdame a dominar todas las piezas de la armadura para que, cuando lleguen las batallas, esté equipado para seguir adelante, confiando plenamente en ti. Amén.

Tengo un amigo que fue de misión a Haití después de un terremoto devastador. Su trabajo consistía en servir comida a los huérfanos que vivían en las calles. La mayoría de los niños estaban acostumbrados a la mendicidad y traían sus cuencos para que se los llenaran. Una vez que terminaban su primera ración, los niños se dispersaban solos y no volvían a por más. El equipo no lo entendía. Había suficiente para que los niños volvieran a servirse. Un vecino del pueblo finalmente les dijo al equipo que los huérfanos no creían que merecieran una segunda ración. En muchos sentidos, podemos sentirnos como huérfanos espirituales, viviendo de las sobras de este mundo para saciar nuestros apetitos y sin darnos cuenta de que Dios tiene mucho más para nosotros: su segunda porción. ¡La verdad es que tú vales todo lo que Dios tiene para ti! Hemos sido adoptados por la realeza. ¿Cuándo fue la última vez que viste a un príncipe o una princesa mendigando? Cristo vino a reemplazar nuestra copa de mendigo con la copa del Rey, y la llenará continuamente para que podamos dar de más a los demás. Pero aquí está la tensión diaria: podemos elegir vivir como huérfanos o como adoptados. ¿Quién serás hoy? Oración Dios, te doy gracias porque eres mi Padre y yo soy tu hijo. Ayúdame a vivir hoy de una manera que refleje tu bondad, tu amor y tu poder. Elijo verme como tú me ves y ver a los demás como tú los ves. Te alabo, Jesús, por mi adopción. Amén.

De lo que hablaremos hoy es sin duda la idea más sencilla y catalizadora que he encontrado en mi búsqueda de libertad en Cristo. Las Escrituras nos muestran que cuando el pecado entró en el mundo, trajo consigo estas tres jaulas: miedo, dolor y vergüenza. Todos estamos quebrantados en estas áreas. Tenemos miedos que nos paralizan, dolores que nos derrotan y pensamientos vergonzosos que distorsionan nuestra verdadera identidad en Cristo. La buena noticia es que Cristo nos dio las llaves para salir de estas jaulas. Fe. Esperanza. Amor. La fe para creer quiénes somos verdaderamente en Cristo derriba nuestra vergüenza. La esperanza para perseverar en el dolor. El amor que expulsa todo temor. Podemos encontrarnos lidiando con una vida guiada por el miedo, el dolor o la vergüenza: guardamos secretos. Usamos máscaras. Creemos mentiras. Sin embargo, una vida de fe, esperanza y amor se caracteriza por lo contrario: ¡la confianza, la transparencia y la verdad de Dios!

Japón ha establecido un nuevo récord mundial en velocidad de transmisión de datos al alcanzar los 1.02 petabits por segundo, según informó el Instituto Nacional de Tecnología de la Información y las Comunicaciones (NICT). Esta cifra equivale a descargar todo el catálogo de plataformas como Netflix en tan solo un segundo. El logro fue posible gracias al uso de tecnología de fibra óptica avanzada, desarrollada sobre una infraestructura compatible con redes ya existentes. Esto representa un paso significativo hacia la próxima generación de telecomunicaciones, con aplicaciones potenciales en inteligencia artificial, salud, educación, ciudades inteligentes y redes móviles como 5G y 6G. El experimento se llevó a cabo utilizando cuatro núcleos de fibra óptica y técnicas de modulación de última generación. Esta innovación no solo marca un hito técnico, sino que también posiciona a Japón como líder mundial en desarrollo tecnológico. El avance refuerza el compromiso del país asiático con la innovación digital, estableciendo nuevas bases para una era de hiperconectividad a escala global.

Ocho palabras. Si este plan de lectura te permite interiorizar estas ocho sencillas palabras, valdrá la pena. He pasado la mayor parte de mi vida escuchándolas, pero no experimentándolas plenamente ni viviéndolas a diario. Las ocho palabras se encuentran en Juan 8:36: “A quien el Hijo libera, es verdaderamente libre”. Entendí fácilmente las primeras palabras: gracias a que Jesucristo pagó el precio por mí en la cruz, soy libre del pecado y de la muerte. Fueron esas tres últimas palabras las que me costaron entender: «…es verdaderamente libre». En mi caso, no empecé a vivir en esa libertad de «verdad» hasta que aprendí las lecciones de este plan de lectura. Primero, entendamos que ser “verdaderamente libres” comienza con el perdón. Todos tenemos personas en nuestra vida que nos han lastimado verbal, emocional, física o incluso espiritualmente. Y ese dolor nos genera rencor: lo revivimos una y otra vez cuando recordamos el dolor o lo experimentamos de nuevo. En un mundo ideal, quien nos ofendió vendría a pedirnos perdón, pero eso podría no ocurrir nunca. Para romper la atadura de este dolor en nuestras vidas, necesitamos liberarnos de la idea de desquitarnos, ya sea que se manifieste en nuestros pensamientos, palabras o acciones. El poder del Evangelio que compartimos proviene de saber que cada ofensa —la mía y la de los demás— ha sido pagada. Así, entregamos el dolor, los rencores y a la persona involucrada a Dios, y confiamos en que Él nos dará justicia y misericordia. El perdón es el primer paso para vivir en libertad, porque la prioridad de Dios es tu corazón. Cuando tu corazón es recto, la vida en libertad llegará. Entonces, ¿a quién en tu vida necesitas perdonar? Oración Cuando estés listo, haz esta oración: «Dios, perdono a (insertar nombre) y renuncio a mi derecho a vengarme de él. Te entrego el dolor y los rencores, y confío en tu voluntad de justicia y misericordia para su vida. Gracias, Jesús, por hacer lo mismo por mí. Amén».

¿Cómo se puede respirar cuando sientes que te ahogas, cuando sientes que el agua te llega al cuello?
Te preguntarás ¿Cómo se puede respirar cuando sientes que te ahogas, cuando sientes que el agua te llega al cuello? ya sea que te ahogues en afanes, en preocupaciones, o en la peor de las tormentas que has atravesado, que haya venido con mucho viento en contra, te forma un nudo en la garganta y literalmente sientes que se te escapa el aire. Tomaré esta historia de Pedro para ayudarte a respirar. Mateo 14: 28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. 29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús. 30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! 31 Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? 32 Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento. En esta historia muy conocida, leemos que Jesús se está acercando a la barca donde están los discípulos, en medio de una gran tormenta, caminando sobre el mar. Pedro siendo el más osado le dice que si se trata de Él, su maestro, le permita también hacerlo. Y Jesús se lo concede, PERO al ver el fuerte viento, tuvo miedo y comenzó a hundirse. 1-Nos hundimos cuando nos enfocamos en la tormenta y le damos paso al miedo. El primer factor que nos hace dejar de respirar es concentrarnos en eso que nos quita la respiración. Nos dejamos sumergir por el miedo que nos genera la situación, y nos desenfocamos de Jesús y sus promesas. S. Juan 14:27 2-Cuando nos falta la respiración lo mejor es acudir al señor. Pedro era pescador de profesión, a pesar del fuerte viento no era sencillo que se ahogara, él sabía nadar. Pero vemos como el desestimó todos sus conocimientos y cuando se comienza a hundir, cuando el aire comienza a faltarle, cuando comienza a ahogarse, se enfoca en clamar a su padre. Salmos 18:6 3-Cuando deposites enteramente tu confianza en el Señor, cuando le des el absoluto control, Él nos va a llenar de su paz que sobrepasa todo entendimiento, nos hará descansar, nos permitirá respirar de nuevo y se calmará el viento. Hebreos 4:16 Cuando sientas que te quedas sin respiración, que la situación te ahoga, que te roba la paz y te deja sin el aliento necesario aún para orar, recuerda tienes que echar a un lado la duda y el miedo, que desestimar todos tus conocimientos, toda tu fuerza, toda tu capacidad, soltar el control, aprender a confiar, acude a el Señor que es tu oportuno socorro, el que calmará la tormenta, te llevará a tierra firme y te permitirá respirar de nuevo. ¡Te lo dice alguien que luego de luchar por mucho tiempo, hoy respira! Con amor Jennypher

Agobiada por lo que pasó, pasa y pasará, con el corazón comprimido, ojos hinchados y un alma que está cansada y dice no poder más!! Salió a caminar sin rumbo, sin dirección aparente, sólo necesitaba respirar, tenía que descansar! No podía más!! Debajo de un gran árbol, dejó fluir todo!! Su exceso de preocupaciones, sus exigencias a ella fuera de lo normal, dejo fluir el temor. Y es que aunque la veían sola debajo de ese árbol no lo estaba!! Tenía la mejor compañía, el abrazo más cálido que cualquiera pueda recibir, la voz más tierna que le decía *mis planes son mejores* ¿Has perdido la musa mi princesa? Por favor Mírate al espejo, he puesto mi arte en ti, cada detalle lo hice para ti porque te amo como la niña de mis ojos!! Hecha sobre mi tus cargas, yo te ayudo, esfuérzate y se valiente ya falta menos!! Te amo y no estás sola!! Y al final no solo respiró, volvió a la vida🦋 Hoy puedes ser tu esa persona que encuentre su momento perfecto con el Padre, ese momento en el que puedas volver al respirar, que puedas volver a sentir la dulce frisa del Espíritu Santo soplando en tu vida. Sé que a veces se nos hace muy difícil ver a Dios en medio de nuestras adversidades, pero hoy cierra tus ojos donde te encuentres y siente ese abrazo cálido del Padre, igual como el señor me acompañó aquel día debajo del gran árbol puede acompañarte a ti en el lugar donde estás, confía y no olvides que Él te ama como nadie. Pido a Dios que puedas encontrar descanso en sus brazos. Con amor Karen

Hoy quiero decirte que, en medio de tu desesperación y falta de aire, es necesario hacer una pausa para reconectar y hablar con el Padre, porque solo así lograras respirar verdaderamente, sé que hay situaciones que llegan y nos golpean tan fuerte que nos quitan el aire, sentimos que no hay salida, todo se derrumba, el trabajo, la familia, las relaciones, las amistades y ___________ (te dejo aquí esta raya para que pongas eso que te ahoga en estos momentos) Honestamente no es nada fácil pasar por un momento así y pensar en una pausa, en reconectar, por lo que hoy quiero recordarte que Dios te lleva de la mano y no te suelta, por eso es necesario que pares para que puedas ver cómo te sostiene. Hoy en medio de tu afán y desesperación al no tener aire, te traigo este versículo Génesis 2:7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. Lo que nos dio vida fue el soplo que el Padre hizo en el hombre, tu y yo respiramos hoy en día por ese momento en el que el Padre sopló su aliento de vida en nosotros, nuestra vida esta guardada en Dios. No hay mayor seguridad que esta para hacer una pausa, porque no se trata de lo que te abruma sino de quién está en control y en quién vas a depositar tus cargas. Ten paz porque Dios no va a soltarte, y es el mismo Padre que se detuvo a soplar su aliento, quien te brindará aire en esos momentos que te falte, sólo necesitas hacer esa pausa y entrar en su presencia. Toma un momento de intimidad y abre tu corazón al Padre, dile cada una de las cosas que te oprimen, no importa que tan grande o pequeño sea, deja que Dios se encargue, y será allí en sus brazos, en medio de tu pausa que te darás cuenta, que ya todo no pesa, y que tu respiración vuelve a ser la misma, porque has decidido creer, creer en el Padre, entendiendo que lo que hoy portamos, lo que somos, es porque Él decidió soplarlo en cada uno de nosotros y es su soplo lo que hoy nos infunde vida. Oremos: Señor reconozco que hay cosas que me oprimen y no me permiten seguir, la carga se ha vuelto muy pesada por eso me aferro a ti, aquí con fuerzas agotadas, nudo en la garganta y respiración cortada te entrego todo tal cual soy. Doy gracias por lo que me permites vivir, doy gracias porque me has permitido hacer una pausa y reconectar, quiero pedirte que si en algún momento me llega a faltar el aire me recuerdes que tú no me dejaras perecer, que mi aliento viene de ti porque la vida de los hijos esta guardada en Dios, Amén.

La respiración es una habilidad natural que adquirimos desde el momento del nacimiento, inmediatamente después del parto comenzamos a utilizar nuestros pulmones de manera correcta y de forma casi automática, y lo hacemos desde ese momento y por el resto de nuestra vida. No tenemos que estar conscientes de que respiramos, no tenemos que intentar controlarlo, nuestro cuerpo va a respirar. La respiración, aunque simple, sencilla, y elemental, es vital, y está muy ligada a nuestra parte emocional. Respirar de manera correcta, nos produce paz, bienestar, sentimos que hay vida fluyendo en nosotros, pero cuando la perdemos es tan grande la desesperación, que sentimos opresión, ansiedad, nos asfixiamos, nos debilita y nos quedamos sin vida y no solo sentimos esto en medios físicos sino también en lo emocional. Hay circunstancias que provocan que se nos corte la respiración y comencemos a sentir asfixia, no es una asfixia literal, pero se siente muy real, desde el alma sentimos que se nos escapa el aire y que vamos muriendo. Salmos 143: 3 El enemigo atenta contra mi vida: quiere hacerme morder el polvo. Me obliga a vivir en las tinieblas, como los que murieron hace tiempo. 4 Ya no me queda aliento; dentro de mí siento paralizado el corazón. (NVI) En este capítulo que parece más una oración, vemos que la opresión que generó la adversidad del salmista David en este momento, le hacía sentir en lo físico, falta de aliento y sensación de parada cardiaca. Se estaba asfixiando, la opresión lo estaba matando. Salmos 143: 5 Traigo a la memoria los tiempos de antaño: medito en todas tus proezas, considero las obras de tus manos. 8 Por la mañana hazme saber de tu gran amor, porque en ti he puesto mi confianza. Señálame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi alma. (NVI) Pero vemos que más adelante, en este mismo capítulo que nos detalla una forma de mantener la calma cuando se nos va la respiración por la adversidad, y es trayendo a memoria las cosas que ha hecho nuestro padre, meditar en todas sus proezas, considerar todas las obras de sus manos, tener confianza en que si aún al momento de nacer, cuando no sabíamos nada ni había manera de aprender, nos enseñó a respirar, y ahora también puede hacerlo. Nuestra alma, nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestra respiración, de todas ellas dejemos en nuestro Dios su control. Filipenses 4:7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. Con amor Jennypher

El primer hombre en habitar la tierra fue Adán; este fue hecho por Dios, el Señor se detuvo a crearlo con delicadeza y entrega. El señor tomo barro (polvo) y soplo en su nariz aliento de vida, ese primer hombre empezó a respirar gracias a la providencia del señor, Dios mismo soplo aliento en él. ¿Qué pasa con nosotros cuando lo que nos hace pensar que no podemos respirar es lo que nos agobia? Estamos olvidando de donde viene nuestro aliento, y que este no está condicionado a nuestra situación, que sin importar lo que pase para el dueño del aire no hay nada imposible. Hay un soplo que nos hace entender esta verdad; ese soplo es el soplo del omnipotente, ese soplo que te da vida. Si hoy sientes que te falta el aire, estas muy agobiado, sientes no poder más, si estas lleno de temor te invito hacer esta oración conmigo. Señor mi Dios necesito tu soplo en mi vida, sé que, aunque siento que me falta aún el aire tu soplo puede traerme paz y vida, pongo a tu disposición mi vida y recibo tu soplo en el nombre de Jesús. Con amor Karen