A sus 94 años murió el “Hombre más sucio del Mundo”, apodado así por la cantidad de tiempo que tuvo sin bañarse o tocar al agua, sin hogar y la mayoría de las veces sin comida; pero a pesar de eso, sorprende como se mantuvo de pie por tantos años.
Amou Haji, de origen iraní, tenía más de medio siglo sin bañarse, ya que evitaba hacerlo por “temor a enfermarse”; según los medios estatales, tan solo hace unos meses varias personas lo llevaron por primera vez “a lavarse”.
«Poco después, se enfermó y finalmente, el domingo… entregó su vida», informó la agencia e noticias Irna.
Su muerte fue confirmada por ese mismo medio, quien explicó que falleció el pasado 23 de Octubre en el pueblo de Dejgah, provincia de Fars.
La misma agencia de noticias detalló que el hombre murió soltero.
En 2013, el documental “La extraña vida de Amou Haji” fue hecho para relatar su forma de vida, trabajo por el cual se le conoció como “el Hombre más sucio del Mundo”, en medios de comunicación, redes sociales y demás herramientas de difusión masiva.
Haji se le conocía también por su apariencia bastante descuidada y poco impecable, debido a que estaba cubierto de hollín, ya que tenía fobia al agua debido a que había tenido “contratiempos emocionales en su juventud” y por tanto, no solo dejó de bañarse sino que también se aisló de la sociedad por completo.
Como si eso no fuera suficiente, el hombre no ingería comidas comunes, sino que se alimentaba de animales muertos “podridos” y tomaba mucha agua de lugares muy sucios, como charcos.
«Su comida favorita era el puercoespín podrido y prefería beber cinco litros de agua al día de una lata de aceite oxidada. A menudo recogía el agua de los charcos cercanos», reseñó Daily Mail una vez sobre su historia.
Tampoco tenía donde dormir, por lo que lugareños de Dejgah le construyeron una casa de ladrillo abierta, debido a la preocupación que les causaba ver que dormía en un hueco en el suelo.
Sin embargo, con el paso de los años ese mismo estilo de vida le hizo darse cuenta de lo alejado que estaba de la sociedad y de la soledad en la que se había sumergido; meses antes de su muerte, cercanos al lugar donde vivía lo convencieron de bañarse para que pudiera tener amigos y encontrar una pareja.
Los estudios que a Haji le realizaron varias veces arrojaban un diagnostico increíble: perfecta y óptima salud a pesar de las condiciones en las que vivía; los últimos análisis, que fueron hechos a principios de 2021, los realizó el doctor Gholamreza Molavi, profesor de la Escuela de Salud Pública de Teherán.
Esos análisis detallaron que no tenía ninguna bacteria o algo parecido que le causara alguna enfermedad, más que la Triquinosis, que proviene de comer carne cruda causando una infección común, la cual el hombre jamás presentó algún síntoma.
El secreto de su salud por tanto años fue el desarrollo de un fuerte sistema inmunológico tras vivir muchas décadas en condiciones muy duras para un ser humano.