
La historia comienza ubicando al lector en una aldea, Betania, donde viven dos hermanas, Marta y María. El núcleo familiar constituido por María, Marta y Lázaro, era visitado por Jesús con frecuencia. Toda vez que visitaba Betania, se detenía en la casa de ellos, ya que les unían grandes lazos de amistad. El autor del libro recuerda a los lectores que María en una ocasión anterior había derramado un perfume muy costoso sobre el Señor y lavado sus pies con sus cabellos. Esta mención es un ejemplo de que toda acción positiva que hacemos, cada día, está siempre presente en la mente de Dios. Nuestro Padre celestial no se olvida del bien que hacemos y a su tiempo cosecharemos el fruto de nuestras acciones, sea en este siglo o en el venidero.
Lázaro enferma y las hermanas envían un mensajero al Señor para notificarle de la enfermedad de su hermano, en especial, porque saben que él ama mucho a Lázaro. En este pasaje la palabra griega corresponde al amor filial, al amor que existe entre los miembros de una familia. En otras palabras le estaban diciendo, Lázaro, al que amas como a un hermano, ha enfermado y se ve muy mal.
Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. (versos 4-6)
Cuando los mensajeros traen la noticia a Jesús, él inmediatamente les indica que esta situación difícil que atraviesa Lázaro no es para muerte. Es una situación donde Jesús mostrará que es el Hijo de Dios y a través de ello dará gloria a su Padre. El autor vuelve a indicar que Jesús amaba a todos los miembros de esta pequeña familia. No importa cuan pequeños seamos, Jesús nos ama. El Señor no se puso ansioso, no se desesperó ni angustió. Al contrario, confiado en que tenía control sobre la situación, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. ¿Qué desilusión para los mensajeros? Posiblemente, ellos esperaban que Jesús saliera corriendo para la casa de Lázaro, sin embargo, decidió quedarse dos días más donde estaba. Son muchas las instancias donde lo que esperamos que Dios haga no es lo que él entiende que debe hacer; puesto que no es lo mejor. Hay situaciones que nos producen mucha tristeza y quizás angustia, sin embargo son para la gloria de Dios. Tenemos que aprender a confiar en que Dios tiene cuidado de nosotros y que a su debido tiempo intervendrá y proveerá para resolver la situación difícil en la que nos encontremos.
Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle. Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño. Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto; y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a él. (versos 11-15).
Pasados los dos días, Jesús decide ir a la casa de Lázaro. En este momento ya Lázaro ha muerto y Jesús dice a los apóstoles que va a despertarlo. En este contexto Jesús no se refiere al sueño sino a la muerte física; donde el alma se separa del cuerpo físico. Jesús dice a los apóstoles que se alegra por ellos, de no haber estado cuando Lázaro convalecía. ¿En que sentido se alegra por ellos? Si hubiese estado allí, lo habría sanado y Lázaro no habría muerto. Este milagro de sanidad no les habría impactado mucho puesto que sería uno más de los que ya había realizado. Sin embargo, levantarlo de su tumba, cuatro días después de muerto, haría un huella inolvidable en la vida de los que presenciaron el evento y en especial en la vida de los discípulos. ¿Quién es este que ni aún la muerte lo puede detener? La resurrección de Lázaro sería un evento que solidificaría la fe de los apóstoles; evento que apuntaría hacia la realidad de que Jesús es el Hijo de Dios.
Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios; y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano. Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa. Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. (versos 17-22)
La casa estaba llena de gente puesto que todos amaban mucho a esta familia. Marta sale al encuentro del Maestro y le dice “Señor si hubieras estado aquí mi hermano no habría muerto.” Posiblemente, algunas personas pensaron que había llegado muy tarde. El cuerpo de Lázaro había iniciado su proceso de descomposición. Pero, ¿llegó tarde el Señor? La respuesta es simple y sencilla, no. Él estuvo y estaba con la familia en todo el proceso de la enfermedad y muerte de Lázaro. Por esta razón, cuando le fueron a dar la noticia, el dijo, “No es de muerte sino para la gloria de Dios”. ¿Cuántas veces hemos llegado a pensar que no está? Sin embargo, nos está guiando paso a paso. Marta reconoce que si Jesús hubiese estado presente físicamente, Lázaro no habría muerto. Luego declara con toda seguridad “pero aún así estoy convencida de que todo lo que le pidas a Dios te será concedido”. Que convicción profunda tiene esta mujer.
Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo. (versos 23-27)
En Juan 5:29, el apóstol indica que hay dos resurrecciones; “los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida (primera resurrección); mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación (segunda resurrección)”. La primera resurrección comienza en el rapto de la iglesia y termina al final de la gran tribulación. La segunda resurrección ocurre al final del milenio, donde los que no creyeron a la verdad, serán separados de Dios por toda la eternidad. Jesús dice a Marta, no me refiero a la primera resurrección, me refiero a que “Yo soy la vida” y por tanto, él resucitará ahora, porque así lo deseo. Ningún ser humano ha dicho cosa semejante, sólo el Hijo de Dios tiene autoridad para hacerlo. Varios escritores, entre ellos C.S. Lewis, han señalado que para hacer declaraciones como la anterior, y de hecho hizo muchas de este tipo; Jesús tenía que ser el Hijo de Dios, de lo contrario, sería un mentiroso, un manipulador y por consiguiente un mal maestro. Sin embargo, su nacimiento sobrenatural, su ejecutoria perfecta durante sus 33 años de vida y su resurrección de entre los muertos indica que él es en verdad el Hijo de Dios. Luego el Señor hace una promesa para nosotros “todo el que vive y cree en mí, no morirá eternamente.” Esta es la promesa de vida eterna que Dios nos ha hecho. Jesús le pregunta ¿lo crees? Y ella le contesta, sí tú eres el Hijo de Dios.
Jesús todavía no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había encontrado. Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí. María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano. Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió, y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve. Jesús lloró. Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba. (versos 30-36)
Marta avisa a María, y ésta fue a ver al Maestro que todavía no había entrado a la aldea. Y cuando llegó a donde estaba se arrodilló llorando y dijo “Señor si hubieras estado aquí mi hermano no habría muerto.” Ambas, Marta y María estaban convencidas de que si Jesús hubiese estado con ellos, Lázaro no habría muerto. Esta familia estaba convencida de que Jesús sanaba a los enfermos, no importa cuán compleja fuera la enfermedad. Cuando Jesús vio llorando a María, junto a los judíos que vinieron con ella, que también lloraban, se conmovió profundamente en el espíritu, se entristeció y lloró. Las lágrimas de Jesús fueron reconocidas como fruto del amor que tenía por la familia y por Lázaro. El Maestro ama a sus discípulos y se entristece cuando los ve sufrir como en esta ocasión.
Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, haber hecho también que Lázaro no muriera? Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima. Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado. Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir. Entonces muchos de los judíos que habían venido para acompañar a María, y vieron lo que hizo Jesús, creyeron en él. (versos 37-46)
La gente decía ¿No podía éste, que abrió los ojos del ciego, haber evitado también que Lázaro muriera? Claro que sí, esa fue la posición que sostuvieron Marta y María. Jesús dijo: Quitad la piedra. Marta, hermana del que había muerto, le dijo: Señor, ya hiede, porque hace cuatro días que murió. Esta declaración se puede interpretar como que en el momento de la verdad, Marta tuvo duda. Jesús le dijo: ¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios? Jesús no la trata con reproches, por el contrario, le recuerda lo que ya le había dicho, si crees en mí verás la gloria de Dios. Jesús alzó los ojos a lo alto, y dijo: Padre, te doy gracias porque me has oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que me rodea, para que crean que tú me has enviado. Jesús no tenía que decir nada, sólo tenía que ordenar; Lázaro ven fuera. Sin embargo, conociendo la debilidad de los presentes, habló al Padre para recordarles que fue él quién lo envió y por consiguiente, siempre lo escucha y apoya.
Jesús siempre llega en el momento adecuado para edificar y aumentar la fe, no de unos cuántos, sino la de muchos. “Entonces muchos de los judíos que habían venido para acompañar a María, y vieron lo que hizo Jesús, creyeron en él.”

¡Bullying! No es desconocido el aumento de sus víctimas entre adolescentes y jóvenes. La vida de los afectados se hace como una película en cámara lenta, todas las emociones se sienten mucho más profundas y su duración parece eternizarse. Los niveles de ansiedad se mantienen en pico, hay insatisfacción y cambios bruscos en el comportamiento, se camina en inseguridad y con pensamientos de “no puedo”, “no soy capaz”, hasta llegar a estar atrapado por la red de la depresión y el desdén que mata las ganas de seguir viviendo. La infancia y adolescencia de José, el influencer que nos acompaña hoy, estuvo marcada por lo que conocemos como bullying, es decir, una agresión continuada en el tiempo, que tiene el propósito de dañar, humillar, burlar por una razón específica y que va escalando en intensidad. Los acosadores: sus propios hermanos. La razón: envidias, celos, favoritismo en la familia. Las consecuencias: sufrió desde burlas, desconfianza, apodos, violencia física, indiferencia ante su dolor y hasta terminar separado de su familia y como esclavo y prisionero en un país desconocido para él. ¿Puede el dolor, la injusticia y el abandono destruir los sueños y la esperanza de una persona? Muchos optan por quedarse estancados en una etapa de su vida, observando sus heridas, consintiéndolas, contemplándolas sin hacer nada para sanarlas. Se acostumbran a verlas y no se dan cuenta que ya huelen mal, que ahora afectan a otros, que pueden costarles la vida. Otros se levantan, siguen caminando, siguen creyendo, siguen esperando. En sus heridas ven posibilidades, ven aprendizajes, ven crecimiento, ven oportunidades. José fue altamente resiliente, con una espiritualidad emocionalmente sana. No se movió por sus emociones, ni por el comportamiento malsano de su familia para la resolución de conflictos. La venganza no estaba dentro de sus posibilidades. Su lealtad y temor a Dios lo ayudó a elegir el abrazo sincero, el perdón inmerecido, la confianza restaurada. José, después de pasar por situaciones injustas y de mucho dolor en su vida llegó a una posición de influencia, no solo sobre su familia o su pequeña tribu, sino sobre uno de los imperios más poderosos en su época. Se convirtió en el segundo al mando en Egipto. Su reflexión final de estos eventos fue que aunque el dolor era grande, el poder de Dios para retornarlo a bien fue mayor (Génesis 5:20). Un verdadero influencer ha desarrollado la capacidad de sobreponerse al mal, de autodiferenciarse de los patrones familiares y culturales. Tiene como bandera en su vida buscar el bienestar de todos, incluyendo a los que le han hecho mal. Pablo, lo dijo de otra manera: “Nunca devuelvan a nadie mal por mal.Compórtense de tal manera que todo el mundo vea que ustedes son personas honradas” (Romanos 12:17). Observemos dos frases: “Todo el mundo vea”, esto es un nivel superior de influencia.“Personas honradas”es la demostración del carácter ante la injusticia. Hellen Keller, escritora, oradora y activista política sordociega estadounidense afirmó que “El carácter no puede ser desarrollado en tranquilidad y quietud. Solo a través de pruebas y sufrimiento se puede fortalecer el alma, despejar la visión, inspirar ambición y lograr éxito”. José supo superar el dolor y la injusticia en su vida y aprovechó lo que las pruebas sacaron de él para convertirlas en sus fortalezas. Reflexión: ¿Alguna vez has sido víctima de bullying? ¿Cómo crees que puedes convertir el dolor en una fortaleza? Piensa en Jesús, ¿cuál fue su actitud frente a la injusticia? ¿Cuál fue el fruto de la misma?

En cierta ocasión que hablaba sobre el uso de las redes sociales con un grupo de jóvenes, pregunté cuántos seguidores tenían. Una de las chicas dijo con mucho orgullo: ¡Tengo diez mil en tal red social! Luego de realizar un ejercicio que buscaba reconocer cuántos de esos seguidores realmente eran amigos, esta misma joven los pudo contar con una sola mano. ¡Su cara de desilusión era muy evidente! En la adolescencia y juventud se está construyendo la identidad y por lo tanto, la opinión de los pares es muy importante. La suma de me gustas, seguidores, suscriptores, amigos o comentarios, se convierte en prioridad. Vivir un tanto aislados del mundo adulto y sus reglas son un deseo interno. Las influencers invitadas de hoy, no se movieron por el deseo de impactar las masas ni por llegar más allá de su propio círculo. Loida y Eunice eran mujeres judías, abuela y madre de Timoteo uno de los seguidores más cercanos del Apóstol Pablo. El padre de Timoteo era griego (Hechos 16:1), culturalmente esto implicaba que tenía mucha influencia en la crianza, convicciones y creencias de su hijo, sin embargo la fe genuina de Loida y Eunice (2 Timoteo 1:5) calaron profundamente en los pensamientos, valores y acciones de Timoteo. ¿Por qué? Podemos rastrear una pista en 2 Timoteo 3:15: ¡Desde pequeño Timoteo sabía las Escrituras! Esto es un resultado que solo le podemos atribuir a la constancia, disciplina, amor y fe de una abuela y una madre. Pensemos en los obstáculos que estas dos mujeres debieron enfrentar para influenciar a Timoteo. Por un lado, desafiaron lo que culturalmente era aceptado como correcto, contrarrestaron todos estos valores paganos con las Escrituras teniendo un conocimiento profundo de las mismas. Además eran conscientes que el trabajo con una sola persona vale la pena. No pensaron en ser reconocidas sino en cumplir con fidelidad la misión que tenían por delante. Timoteo se convirtió al cristianismo en su juventud y llegó a ser uno de los más fieles y cercanos líderes y pastores que trabajó al lado del Apóstol Pablo. Su influencia pudo tocar la ciudad de Éfeso, por todo eso, no es de extrañar la relevancia de Timoteo. Mencionado seis veces en Hechos, diecisiete veces en las epístolas paulinas, y una vez en Hebreos. Es evidente que tuvo una importancia histórica a los ojos de Pablo. Loida y Eunice jamás llegaron a imaginar que sus lecturas diarias de las Escrituras a su querido Timoteo tendrían tal trascendencia. Ellas tocaron la mente y el corazón de uno. Él tocó a muchos. Un verdadero influencer es fiel con la misión de vida que tiene. No se basa en las multitudes para medir su éxito sino en la constancia, disciplina y entrega de su cotidianidad. Para un verdadero influencer cada persona vale porque cada persona vale para el reino. Un verdadero influencer tiene un conocimiento profundo de las Escrituras, ha construido su cosmovisión de la vida y del mundo a partir de una revisión consciente de las mismas. Jesús es un modelo extraordinario de equilibrio entre masas e individuos, por las primeras demostró compasión en acción; a los segundos les respondió sus preguntas, fue hasta sus casas, compartió tiempo, les enseñó de acuerdo a su necesidad, les dio instrucciones. Por los dos dio su más grande prueba de amor: su propia vida. Reflexión: Cuando piensas en influenciar a otros, ¿tienes como medidor la cantidad de personas o la fidelidad a la misión que se te encomendó? Piensa en un amigo cercano, un compañero o un hermano menor, ¿cuál crees que es la más grande influencia que has dejado en su vida?

Un trágico accidente aéreo sacudió a Estados Unidos el martes 4 de noviembre de 2025, cuando un avión de carga de UPS Airlines, identificado como el vuelo 2976, se estrelló pocos minutos después de despegar del Aeropuerto Internacional Muhammad Ali en Louisville, Kentucky. La aeronave, un McDonnell Douglas MD-11F con destino a Honolulu, presentó una aparente falla en el ala izquierda, que rápidamente provocó un incendio y una explosión en pleno ascenso. Testigos reportaron una enorme bola de fuego y una fuerte onda expansiva que se sintió en zonas industriales cercanas al aeropuerto. El siniestro dejó al menos siete personas fallecidas, entre ellas los tres tripulantes, y once heridos, varios de ellos en condición crítica. Las autoridades locales emitieron una alerta de refugio en el lugar (“shelter-in-place”), mientras los bomberos y equipos de rescate trabajaban durante horas para controlar las llamas y recuperar a las víctimas entre los restos calcinados. La explosión también afectó varios edificios industriales y vehículos estacionados en la zona. El gobernador Andy Beshear calificó la escena como “devastadora” y expresó sus condolencias a las familias afectadas. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) y la Administración Federal de Aviación (FAA) ya se encuentran investigando el hecho, y no se descarta una falla mecánica severa en uno de los motores como causa principal del accidente. Mientras tanto, las operaciones del aeropuerto fueron suspendidas temporalmente y UPS anunció su plena cooperación con las autoridades. Este desastre aéreo, uno de los más graves en la historia reciente de Kentucky, ha reavivado el debate sobre la seguridad en aeronaves de carga y los protocolos de mantenimiento que estas compañías deben cumplir para prevenir tragedias similares.

He conocido muchos jóvenes que tienen grandes luchas con un pasado lleno de heridas, tristezas y que les causa vergüenza. Aun he hablado con otros que su propio presente no les permite levantar su mirada y verse como amados y aceptados por el Padre. El sentido de insuficiencia, de culpa y de desprecio son los visitantes nocturnos de sus pensamientos. La verdadera influencer de hoy también batalló con estas emociones. Su vida como mujer estuvo marcada por el desprecio, la soledad, el abandono, la tristeza, el rechazo y un sentido de no poder alcanzar ser suficiente para nadie. Los días de la mujer samaritana transcurrían entre las sombras de la noche y el calor implacable del mediodía. Su deseo más profundo era invisibilizarse para no ser objeto de la crítica y el desprecio de la comunidad. Nunca pensó en ser vista y admirada, ni en tener seguidores, ni en liderar, ni en influenciar. Lo único que quería era sobrevivir y encontrar un poco de calma para su alma sedienta. Su encuentro con Jesús en el pozo de Jacob marcó el inicio de una nueva temporada, la noche oscura del alma estaba por terminar y le daba paso a los pájaros cantores que anunciaban una hermosa primavera. Jesús, el Verdadero Hombre, que no la miraba como objeto de deseo sino con los ojos de amor y gracia, le estaba ofreciendo el agua viva que calmaría su sed más profunda. Al beber de ella, la mujer samaritana pudo reconocer su propia realidad, ya no desde una mirada de culpa y vergüenza sino desde las nuevas posibilidades que se le estaban abriendo. Esta mujer que se ocultaba de la aldea, luego de su encuentro con el Mesías decide que su vida, aunque tormentosa, dolorosa, indigna; puede traer vida a otros. Ya no se ocultará más, ya no silenciará su voz en el mercado, ya no cambiará de lado al caminar, ya no irá al pozo a la hora que nadie lo visita. Ahora es capaz de levantar su voz y decir: Vean a este extranjero, ha descubierto todo mi pasado ¿No será el Mesías? Y sin quererlo, sin buscarlo, sin desearlo, se convierte en una influencer para todos los que alguna vez la despreciaron. Juan capítulo 4 relata que muchos samaritanos creyeron en Jesús como el Salvador del Mundo porque esta mujer se atrevió a levantar su voz. Un verdadero influencer es capaz de salir de la sombra de su pasado o de su presente, acudir a la fuente de vida y con su testimonio convertirse en fuente de agua para otros. Un verdadero influencer también busca el bienestar de su territorio siendo agente de mediación y de reconciliación entre ellos y con el Salvador del Mundo. Al igual que la samaritana, Isaias 40 nos relata de la condición de pecado de Judá, pero también anuncia que su tiempo se ha cumplido y su pecado perdonado (Is. 40:1). Ahora, el llamado es a subirse a un monte alto, levantar fuertemente su voz sin temor y decir: Aquí está su Dios (Is. 40:9). Nuestro pasado, cuando se encuentra con la gracia y el amor del Señor, se convierte en tarima para anunciar buenas noticias de salvación. Reflexión: ¿Sientes que aún estás luchando con sentimientos de culpa y vergüenza por tu pasado o por acciones de tu presente? ¿Qué te impide levantar tu voz y ser un testimonio vivo de tu encuentro con el Agua de Vida? Si tuvieras la posibilidad de tener una gran audiencia necesitada de conocer al Salvador del Mundo, ¿qué dirías de tu encuentro con él?

El arte, y especialmente la música, es uno de los más grandes canales de influencia en nuestros días. Los cantantes con sus ritmos y letras llenan de ideas las mentes de los más jóvenes. ¡Y toda idea tiene consecuencias! La mujer como objeto, la deshonestidad, el afán por la fama y la fortuna, la deshonra a las figuras de autoridad, el sexo sin ningún tipo de límites, el placer por el humor con doble sentido y lo vulgar, vivir el presente sin pensar en el futuro. La música está influenciando y discipulando a la nueva generación. El verdadero influencer invitado de hoy es David. Él es un ingenioso militar, político estratega, líder de los desechados, profeta apasionado, pero también músico, compositor, arreglista e inventor de instrumentos. La vida musical de David se remonta a su niñez cuando, por su labor pastoril, pasaba el tiempo libre tocando el arpa y llenando su espíritu de las melodías que salían de ellas. Podemos imaginar a este adolescente que al defender su rebaño de osos y leones, encontraba en la música su lugar seguro de descanso y reposo, su lugar de conectarse con su Señor. La música estuvo relacionada con David durante toda su vida y llegó a impactar la identidad y cultura de su nación hasta nuestros días. Las letras de los Salmos están cargadas de sus experiencias, lo podemos retratar en el Salmo 23 en su hermosa relación con El Pastor; el Salmo 57 nos adentra al clamor de David pidiendo protección cuando huye de Saúl y se esconde en una cueva; el Salmo 18 es un canto de victoria por haber sido librado de sus enemigos y el Salmo 51 es el dramático cántico donde abre su corazón y expone su pecado. ¿Por qué estas canciones nos siguen inspirando hasta el día de hoy? ¿Qué hace que toquen nuestro corazón y nos muestren nuestras propias luchas, pecados y realidades? ¿Por qué seguimos viendo en ellas al Dios misericordioso que David conoció? Hay muchas razones, sin desconocer la gran relevancia que tiene el libro de los Salmos por ser parte de la Palabra revelada, también registran vivencias con las que todos nos podemos identificar. En David vemos el alma desnuda de un músico sensible que sin escudos ni máscaras nos muestra la montaña rusa de sus días y noches, pasamos de un grito de alegría a un clamor desgarrador, de la seguridad de la presencia de Dios a la pregunta ¿por qué me has abandonado?, de la confianza de la oración respondida al ¿hasta cuando me ignorarás?. La segunda razón, es que Dios usa todas estas experiencias para revelarse y para que David llegue a un conocimiento más profundo de él mismo. Muchos de los influencers de hoy son expertos en maquillar sus vidas mostrando solo el lado agradable, feliz y exitoso. Sin embargo, un verdadero influencer es aquel que tiene la virtud de la transparencia y la honestidad frente a todos sin importar que sea una figura pública o de gran liderazgo. La Madre Teresa de Calcuta dijo “La honestidad y la transparencia te hacen vulnerable. De cualquier forma, sé honesto y transparente”. Un verdadero influencer también es capaz de reconocer en las experiencias vividas un gran potencial de la pedagogía de Dios revelada en quién es él y quienes somos nosotros. Reflexiona En tu posición de influencia ¿qué lugar ocupa la honestidad de tus acciones y pensamientos ante los demás? Si pudieras escribir una canción sobre alguna experiencia significativa de tu vida ¿cuál sería? ¿Qué aprendiste sobre ti mismo y sobre Dios en esa experiencia?

Quienes se dedican a la industria del marketing digital, entre ellos los influencers, siguen de cerca resultados como la cantidad de seguidores, el número de visualizaciones, me gustas, y comentarios. Los influencers que conocemos, vemos, escuchamos y seguimos, generan confianza y admiración porque son expertos en algún tema o porque simplemente llevan un estilo de vida que parece ser todo lo que hemos soñado. Influencers según el diccionario de la Real Academia Española es “una persona con capacidad de influir sobre otras, principalmente a través de las redes sociales” por su estilo de vida, valores o creencias. Sin embargo, aunque parezca ser una profesión nueva y un vocablo que está de moda, los influencers han existido siempre. En las Escrituras encontramos verdaderos Influencers, jóvenes con carácter que impresionan por su valentía y logros en medio de circunstancias de vida particularmente difíciles. Iniciamos entonces una serie donde consideraremos por qué, cómo, dónde y cuándo llegaron a convertirse en ejemplo y ser personas con capacidad de influenciar a los demás. Revisaremos, además, algunos obstáculos que debieron vencer, el carácter que mostraron y el legado que trascendió a su propia historia. Así que comencemos nuestra aventura por siete días con siete grandes personajes que fueron verdaderos influencers. El primero de ellos es Daniel, un joven que vivió muchos retos en medio de condiciones no tan favorables. Daniel fue desplazado por la violencia a mano de Nabucodonosor, Rey babilónico. Como desplazado vivió sentimientos de desarraigo, dolor, frustración, sentido de pérdida por su nación, su templo y su familia. Llega al imperio junto con sus amigos, una gran metrópoli nunca imaginada, con todos los atractivos para que cualquier joven pueda quedar atrapado, deslumbrado, doblemente perdido. Daniel y sus amigos son escogidos por Aspenaz, el jefe del Estado Mayor, para recibir educación superior. Los criterios de selección eran ser de buena familia (nobleza), estar sanos, fuertes y ser bien parecidos. Hasta este momento Daniel no se diferencia de los influencers de la actualidad, registrar bien en cámara, ser atractivos, saludables, interesantes. Sin embargo, pronto debe demostrar que es más que una cara linda proveniente de una cuna de oro. Su primera prueba de carácter tiene que ver con su identidad y convicciones. A pesar de que debe aceptar la comida sacrificada a los ídolos,“(...), Daniel estaba decidido a no contaminarse con la comida y vino dados por el Rey” (Daniel 1:8b). Podría haber tomado el camino fácil a un ascenso ganando la voluntad de sus superiores, pero demostró valentía al negarse a una orden oficial, convicción al no participar de esta comida que iría en contra de sus creencias y firmeza al decidir ser leal a su identidad como judío monoteísta, es decir adorar a un solo Dios. Esta fue la primera acción de Daniel que lo llevó a tener “seguidores”, la corte real quedó asombrada no solo con los resultados de la dieta propuesta, (solo agua y verduras) sino seguramente por su firmeza al defender sus convicciones. Un verdadero influencer es mucho más que apariencia, tiene un carácter que construye día a día con decisiones acertadas bajo la tutela de sus principios y la lealtad a su Dios. Luego de esto vemos a un Daniel, que después de tres años en la universidad más pagana y secular de su tiempo, se mantiene firme. Prueba tras prueba sale a relucir su carácter y luego en su edad madura llega a uno de los cargos con mayor influencia en el imperio. Un verdadero influencer no es resultado de un video viral, es la construcción de una vida dirigida bajo los principios divinos y que con su educación, compromiso, valentía y lealtad da lo mejor que tiene al servicio del lugar donde se encuentra. Daniel demostró lo que dijo en alguna oportunidad el expresidente francés, Charles de Gaulle “El carácter es la virtud de los tiempos difíciles”. Reflexiona ¿Qué dificultades o pruebas has tenido últimamente que pueden ser parte de la agenda de Dios para la formación de tu carácter? Piensa en dos o tres principios que gobiernan tú vida, ¿dónde los adquiriste?, ¿por qué son tan valiosos para ti?

Los creyentes conocemos la oración, aún los que no creen la consideran como algo bueno. Sin embargo, la oración sólo es posible por la obra de Cristo. Él allanó el camino para que pudiéramos relacionarnos de nuevo con Dios. Y este enorme privilegio, debería ser algo más que una tarea, o un deber. Debería ser un placer y una costumbre (no un costumbrismo). La oración constante nos mantiene en dependencia de Dios. Que es justo lo que necesitamos. Sin esa dependencia, el creyente empieza a ser influenciado con fuerza por otras cosas más que por Dios. La oración abre puertas. Golpea al enemigo en su tarea por destruir almas y permite que la predicación del evangelio alcance a muchos. La oración es posible por medio de Jesús. Jesús también se dedicaba a la oración. ¿Cuánto más nosotros? La oración nos ayuda a ver a las personas como Dios las ve. Nos conecta con su esencia:el amor. Nos empuja y nos sensibiliza para que amemos a los demás. Aunque no lo merezcan, aunque no lo pidan, aunque no lo acepten. La oración nos cambia a nosotros, por medio de las circunstancias. La oración mantiene a la Iglesia unida entre sí, enfocada en la misión y conectada a la cabeza: Cristo.

El ser humano, por más que tratemos de demostrar lo contrario, ha sido creado. Y creado, además, a imagen y semejanza de nuestro creador: Dios. Somos las únicas criaturas de quien se puede decir esto. Sin embargo, la naturaleza de pecado heredada distorsiona esa imagen de Dios en nosotros, como un espejo ondulado, o roto, devuelve una imagen trastocada, desenfocada. Precisamente la obra regeneradora de Cristo en nosotros, al salvarnos, al sustituirnos y al resucitarnos, nos “viste” con una naturaleza nueva, o más bien, con la naturaleza original con la que fuimos diseñados. Esa naturaleza original, nueva, recién estrenada cuando aceptamos a Jesús como Señor, produce en nosotros acciones, pensamientos y relaciones acordes a las que produce Dios mismo. Porque volvemos, de nuevo, a ser semejantes a Él. Nuestra visión de los demás, nuestra forma de pensar, o de hablar cambia; nuestra creatividad fluye, perdonamos, escuchamos, consolamos, enseñamos, amamos. Sin embargo, esta nueva naturaleza está estrechamente ligada al gobierno de Cristo sobre nosotros. Y Cristo, según vemos en su Palabra, es la cabeza de la Iglesia. No del creyente, de la Iglesia. El creyente no es un cuerpo autónomo e independiente, sino un miembro útil y válido, sea grande, pequeño, vistoso o escondido. Nuestra nueva naturaleza se manifiesta de dentro hacia afuera. Primero en nosotros mismos, luego en el cuerpo del que somos parte, la Iglesia, y por último en la sociedad. Y así, la esencia del amor permanece en nosotros, si permanecemos en Cristo.

Vivimos en la era del conocimiento y de las emociones. De las ciencias, las ideologías, los sentimientos. Vivimos en una sociedad altamente humanista. Se exalta al ser humano por sus capacidades, de pensar, de razonar y de sentir. De construir y de inventar, y la Iglesia debe tener mucho cuidado de no caer en esta tendencia humanista. Hay una verdad que late fuerte en la Palabra de Dios y se aclara en nosotros cuando conocemos a Cristo: el ser humano sin Dios está muerto. La salvación es un milagro, un acto sobrenatural, que escapa a todo razonamiento humano, que huye de emocionalismos y que sólo puede entenderse mediante el conocimiento personal de Cristo. No es algo irracional, de hecho está fundamentado en parámetros legales altamente racionales: nacemos condenados, la culpa pesa sobre nuestras espaldas porque en nosotros está el germen del pecado, que brota irremediablemente y nos aleja de Dios, nos conduce hasta la muerte, pero la muerte del cuerpo, porque el espíritu nace muerto ya. Sólo hay una forma de ser declarados libres, de evitar la pena de muerte. Pagar el precio. ¿El problema? Nadie tiene suficientes riquezas, ni una vida suficientemente perfecta, ni el poder para pasar de muerte a vida. Nadie excepto Jesús. Pero debe ser voluntario, no puede ser a la fuerza. Y de nuevo, Jesús. No sólo nos liberta de una muerte inminente, resucita nuestro espíritu. Y he aquí el milagro. Y en este punto es donde la sociedad difiere. La resurrección. Los milagros. La fe. Todo lo que el ser humano no puede explicar o demostrar. La mayoría de sucesos tienen explicaciones naturales. Pero, ¿no es acaso la naturaleza y su curso un milagro en sí? Cada proceso natural proviene de un suceso sobrenatural: la vida. Y la vida, el inicio de ella, solamente tiene un autor: Cristo.




