La historia comienza ubicando al lector en una aldea, Betania, donde viven dos hermanas, Marta y María. El núcleo familiar constituido por María, Marta y Lázaro, era visitado por Jesús con frecuencia. Toda vez que visitaba Betania, se detenía en la casa de ellos, ya que les unían grandes lazos de amistad. El autor del libro recuerda a los lectores que María en una ocasión anterior había derramado un perfume muy costoso sobre el Señor y lavado sus pies con sus cabellos. Esta mención es un ejemplo de que toda acción positiva que hacemos, cada día, está siempre presente en la mente de Dios. Nuestro Padre celestial no se olvida del bien que hacemos y a su tiempo cosecharemos el fruto de nuestras acciones, sea en este siglo o en el venidero.

Lázaro enferma y las hermanas envían un mensajero al Señor para notificarle de la enfermedad de su hermano, en especial, porque saben que él ama mucho a Lázaro. En este pasaje la palabra griega corresponde al amor filial, al amor que existe entre los miembros de una familia. En otras palabras le estaban diciendo, Lázaro, al que amas como a un hermano, ha enfermado y se ve muy mal.

Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella. Y amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro. Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. (versos 4-6)

Cuando los mensajeros traen la noticia a Jesús, él inmediatamente les indica que esta situación difícil que atraviesa Lázaro no es para muerte. Es una situación donde Jesús mostrará que es el Hijo de Dios y a través de ello dará gloria a su Padre. El autor vuelve a indicar que Jesús amaba a todos los miembros de esta pequeña familia. No importa cuan pequeños seamos, Jesús nos ama. El Señor no se puso ansioso, no se desesperó ni angustió. Al contrario, confiado en que tenía control sobre la situación, se quedó dos días más en el lugar donde estaba. ¿Qué desilusión para los mensajeros? Posiblemente, ellos esperaban que Jesús saliera corriendo para la casa de Lázaro, sin embargo, decidió quedarse dos días más donde estaba. Son muchas las instancias donde lo que esperamos que Dios haga no es lo que él entiende que debe hacer; puesto que no es lo mejor. Hay situaciones que nos producen mucha tristeza y quizás angustia, sin embargo son para la gloria de Dios. Tenemos que aprender a confiar en que Dios tiene cuidado de nosotros y que a su debido tiempo intervendrá y proveerá para resolver la situación difícil en la que nos encontremos.

Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle. Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará. Pero Jesús decía esto de la muerte de Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño. Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto; y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a él. (versos 11-15).

Pasados los dos días, Jesús decide ir a la casa de Lázaro. En este momento ya Lázaro ha muerto y Jesús dice a los apóstoles que va a despertarlo. En este contexto Jesús no se refiere al sueño sino a la muerte física; donde el alma se separa del cuerpo físico. Jesús dice a los apóstoles que se alegra por ellos, de no haber estado cuando Lázaro convalecía. ¿En que sentido se alegra por ellos? Si hubiese estado allí, lo habría sanado y Lázaro no habría muerto. Este milagro de sanidad no les habría impactado mucho puesto que sería uno más de los que ya había realizado. Sin embargo, levantarlo de su tumba, cuatro días después de muerto, haría un huella inolvidable en la vida de los que presenciaron el evento y en especial en la vida de los discípulos. ¿Quién es este que ni aún la muerte lo puede detener? La resurrección de Lázaro sería un evento que solidificaría la fe de los apóstoles; evento que apuntaría hacia la realidad de que Jesús es el Hijo de Dios.

Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios; y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano. Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa. Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. (versos 17-22)

La casa estaba llena de gente puesto que todos amaban mucho a esta familia. Marta sale al encuentro del Maestro y le dice “Señor si hubieras estado aquí mi hermano no habría muerto.” Posiblemente, algunas personas pensaron que había llegado muy tarde. El cuerpo de Lázaro había iniciado su proceso de descomposición. Pero, ¿llegó tarde el Señor? La respuesta es simple y sencilla, no. Él estuvo y estaba con la familia en todo el proceso de la enfermedad y muerte de Lázaro. Por esta razón, cuando le fueron a dar la noticia, el dijo, “No es de muerte sino para la gloria de Dios”. ¿Cuántas veces hemos llegado a pensar que no está? Sin embargo, nos está guiando paso a paso. Marta reconoce que si Jesús hubiese estado presente físicamente, Lázaro no habría muerto. Luego declara con toda seguridad “pero aún así estoy convencida de que todo lo que le pidas a Dios te será concedido”. Que convicción profunda tiene esta mujer.

Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo. (versos 23-27)

En Juan 5:29, el apóstol indica que hay dos resurrecciones; “los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida (primera resurrección); mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación (segunda resurrección)”. La primera resurrección comienza en el rapto de la iglesia y termina al final de la gran tribulación. La segunda resurrección ocurre al final del milenio, donde los que no creyeron a la verdad, serán separados de Dios por toda la eternidad. Jesús dice a Marta, no me refiero a la primera resurrección, me refiero a que “Yo soy la vida” y por tanto, él resucitará ahora, porque así lo deseo. Ningún ser humano ha dicho cosa semejante, sólo el Hijo de Dios tiene autoridad para hacerlo. Varios escritores, entre ellos C.S. Lewis, han señalado que para hacer declaraciones como la anterior, y de hecho hizo muchas de este tipo; Jesús tenía que ser el Hijo de Dios, de lo contrario, sería un mentiroso, un manipulador y por consiguiente un mal maestro. Sin embargo, su nacimiento sobrenatural, su ejecutoria perfecta durante sus 33 años de vida y su resurrección de entre los muertos indica que él es en verdad el Hijo de Dios. Luego el Señor hace una promesa para nosotros “todo el que vive y cree en mí, no morirá eternamente.” Esta es la promesa de vida eterna que Dios nos ha hecho. Jesús le pregunta ¿lo crees? Y ella le contesta, sí tú eres el Hijo de Dios.

Jesús todavía no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar donde Marta le había encontrado. Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron, diciendo: Va al sepulcro a llorar allí. María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano. Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió, y dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve. Jesús lloró. Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba. (versos 30-36)

Marta avisa a María, y ésta fue a ver al Maestro que todavía no había entrado a la aldea. Y cuando llegó a donde estaba se arrodilló llorando y dijo “Señor si hubieras estado aquí mi hermano no habría muerto.” Ambas, Marta y María estaban convencidas de que si Jesús hubiese estado con ellos, Lázaro no habría muerto. Esta familia estaba convencida de que Jesús sanaba a los enfermos, no importa cuán compleja fuera la enfermedad. Cuando Jesús vio llorando a María, junto a los judíos que vinieron con ella, que también lloraban, se conmovió profundamente en el espíritu, se entristeció y lloró. Las lágrimas de Jesús fueron reconocidas como fruto del amor que tenía por la familia y por Lázaro. El Maestro ama a sus discípulos y se entristece cuando los ve sufrir como en esta ocasión.

Y algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, haber hecho también que Lázaro no muriera? Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta encima. Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado. Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir. Entonces muchos de los judíos que habían venido para acompañar a María, y vieron lo que hizo Jesús, creyeron en él. (versos 37-46)

La gente decía ¿No podía éste, que abrió los ojos del ciego, haber evitado también que Lázaro muriera? Claro que sí, esa fue la posición que sostuvieron Marta y María. Jesús dijo: Quitad la piedra. Marta, hermana del que había muerto, le dijo: Señor, ya hiede, porque hace cuatro días que murió. Esta declaración se puede interpretar como que en el momento de la verdad, Marta tuvo duda. Jesús le dijo: ¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios? Jesús no la trata con reproches, por el contrario, le recuerda lo que ya le había dicho, si crees en mí verás la gloria de Dios. Jesús alzó los ojos a lo alto, y dijo: Padre, te doy gracias porque me has oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que me rodea, para que crean que tú me has enviado. Jesús no tenía que decir nada, sólo tenía que ordenar; Lázaro ven fuera. Sin embargo, conociendo la debilidad de los presentes, habló al Padre para recordarles que fue él quién lo envió y por consiguiente, siempre lo escucha y apoya.

Jesús siempre llega en el momento adecuado para edificar y aumentar la fe, no de unos cuántos, sino la de muchos. “Entonces muchos de los judíos que habían venido para acompañar a María, y vieron lo que hizo Jesús, creyeron en él.”
28 mar, 2024
¡Dios tiene la última palabra! En esta Semana Santa, ¡qué mejor que recordar en nuestro corazón que Jesús está vivo y que sigue haciendo milagros a día de hoy! Cuando nuestro Salvador estaba en la tumba y la esperanza parecía estar perdida, el Espíritu de Dios estaba actuando. ¡Aún tenía que decir la última palabra! Me gustaría compartir contigo dos testimonios que revelan cómo la presencia de Dios transforma las vidas. Sí, cambia la desesperación en alegría, el lamento en un gozo profundo, el rechazo en paz auténtica. En nuestros días más negros, Dios se mueve y actúa a nuestro favor. «No puedo empezar a contar mi testimonio sin decirte antes cuánto estos mensajes han sido usados por Dios para cambiar mi vida. Soy una mujer, y recientemente me quedé viuda: mi marido, que era cristiano, partió para estar con el Señor hace unas semanas ¡Estuvimos casados 39 años! Me sentía totalmente devastada, hasta el punto de llegar a tener pensamientos de suicidio. Pero a través de tus mensajes y de mi grupo de intercesión he sido tremendamente bendecida. ¡Dios es increíble! No puedo expresar cómo Él ha usado tu ministerio para darme aliento a lo largo de estos meses, tras haberme quedado sola a mis 56 años. Estos emails son para mí como mensajes de Dios diciéndome “No te preocupes, no te he abandonado. Tengo la situación bajo control”. Gracias una vez más por ser obediente a Cristo.» DOROTHEA «Siempre he sido la oveja negra de mi casa. Mi madre no me quiso tener, y este rechazo tuvo muchas repercusiones en mi vida, en mis relaciones con mi marido y con los demás. Siempre hice lo mejor que pude para intentar ser amada, recibiendo muy poco a cambio. Tengo 68 años, amo al Señor, le pertenezco desde los 12 años, pero aun así pensaba que con Él era igual que con los demás, que no daba la talla y que no era suficientemente buena para Él. Fue al leer y releer “Un Milagro Cada Día” que pude darme cuenta de que esos pensamientos eran una mentira. Dios me ha creado, quería que yo existiese, y me ama como soy. ¡Gracias por tus palabras!» DENISE ¡Dorotea y Denise, gracias por vuestro testimonio tan alentador! Cristo está obrando hoy en tu vida, querido/a amigo/a. Él está aquí para transformarte a ti también a través del milagro de su resurrección!
27 mar, 2024
El expresidente Donald Trump vende Biblias mientras compite para regresar a la Casa Blanca. Este martes publico un video en su plataforma Truth Social instando a sus seguidores a comprar la “God Bless the USA Bible”, que está inspirada en la balada patriótica del cantante country Lee Greenwood. Trump sube con esta cancion en cada uno de sus mítines. Además de una traducción de la versión King James, incluye copias de la Constitución de los Estados Unidos, la Declaración de Derechos, la Declaración de Independencia y el Juramento a la Bandera, así como un coro escrito a mano de la famosa canción de Greenwood. “¡Feliz Semana Santa! Hagamos que Estados Unidos vuelva a orar. A medida que nos acercamos al Viernes Santo y Pascua, los animo a que obtengan una copia de la Biblia Dios bendiga a los EE. UU.”, escribió Trump, dirigiendo a sus seguidores a un sitio web que vende el libro por 59,99 dólares. “Todos los estadounidenses necesitan una Biblia en su hogar y yo tengo muchas. Es mi libro favorito”, dijo Trump en el video publicado en Truth Social. “Estoy orgulloso de respaldarlo y alentarlo a obtener esta Biblia. Debemos hacer que Estados Unidos vuelva a orar”. El sitio web de la Biblia afirma que el producto “no es político y no tiene nada que ver con ninguna campaña política”.
27 mar, 2024
Ayer estuvimos recordando lo que Jesús sufrió por amor a nosotros mientras iba de camino a la cruz. A lo largo de nuestra existencia podemos atravesar por padecimientos parecidos a los que nuestro Salvador soportó. En esos momentos puede parecernos que no todas nuestras oraciones son oídas… Esto me hace pensar en aquellos que, en el pasado, lanzaban botellas al mar con un mensaje en su interior. ¡Cuánto tiempo y cuántos kilómetros tenía que recorrer esa botella antes de que pudiese caer entre las manos de una persona bien intencionada que se preocupase por hacerla llegar finalmente a su destino! ¿Cuáles son esas oraciones que has lanzado como mensajes en una botella? ¿Es la oración por un marido/una esposa o un niño/a por el que esperas desde hace ya demasiado tiempo? ¿O bien la oración por sanidad de una enfermedad incurable? ¿Una oración por un cambio de vida, por una nueva etapa que parece que no llega? Querido/a amigo/a, sean cuales sean esos mensajes que diriges a Dios, ninguno de ellos se pierde: ¡todos llegan a su destino! Él escucha cada una de tus oraciones (Proverbios 15:29) Él oye tus súplicas (Salmos 116:1-2) Él inclina su corazón hacia ti (Salmos 40:1). Él se entristece por tus angustias (Salmos 18:6) Él se conmueve por tus lágrimas (Salmos 6:8-9). ¡Sí, orar, es tener el privilegio de sembrar palabras en la Eternidad! Es igualmente la gracia de compartir lo que te pesa, lo que te entristece y te abruma con Aquel que todo lo entiende, que conoce todo. Cuando abres tu corazón a Dios, le permites que sople en él con su Espíritu. Te animo a que hables todos los días con Dios sin ningún temor, sino con la seguridad de que estás siendo oído/a por Él. ¡Él es tu Padre y está atento a todo lo que te pasa! Te invito a terminar ahora con una oración: «Señor, en ocasiones pierdo la paciencia y empiezo a dudar de que escuches mis oraciones. ¡Perdóname, y enséñame a tener paciencia y a confiar en Ti! Sé que nunca te retrasas ni te adelantas, sino que siempre eres puntual para ayudarme. ¡Gracias por tu gracia y por tu amor! Amén.» ¡Persevera en la oración, querido/a amigo/a, Dios tiene la solución a tus problemas!
26 mar, 2024
EL COLPAZO FUE LA MADRUGADA DE ESTE MARTES DESPUES DE QUE EL BUQUE SE QUEDARA SIN ENERGIA. VARIOS VEHÍCULOS CAYERON AL RÍO PATAPSCO DESPUÉS DE QUE EL IMPACTO PROVOCARA EL DERRUMBE, LAS AUTORIDADES COMENTAN QUE EL SONAR INDICÓ QUE VARIOS VEHÍCULOS ESTABAN EN EL AGUA, DONDE LA TEMPERATURA ERA DE UNOS 47 GRADOS. EL COLAPSO PROVOCÓ IMPORTANTES IMPACTOS EN EL TRÁFICO EN TODA LA REGIÓN DE BALTIMORE ESTE MARTES. EL PUENTE FRANCIS SCOTT KEY SE INAUGURÓ EN 1977 Y CRUZA EL RÍO PATAPSCO.
26 mar, 2024
La Semana Santa nos recuerda hasta qué punto podemos identificarnos con Cristo en ocasiones. Su muerte y su resurrección nos muestran su increíble amor por nosotros, independientemente de nuestra condición. Soportó todo por nosotros, como nos lo recuerda este pasaje de la Biblia: «Subirá cual renuevo delante de Él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en Él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de Él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido” (Isaías 53:2-4). ¿Estás pasando por momentos complicados, querido/a amigo/a? ¿Has experimentado humillación, rechazo, desprecio, soledad, dolores físicos y/o morales…? Jesús entiende y sabe muy bien por lo que estás pasando, ya que Él sufrió terriblemente en la cruz: Fue rechazado y despreciado por la gente, aun cuando hizo milagros y sanó a todos los que previamente se acercaron a Él. Fue castigado y golpeado, aun cuando era completamente santo e inocente. Fue humillado hasta el punto de que le escupieron, a Él, que era y es el Hijo de Dios Fue abofeteado y azotado, aun cuando no hizo ningún mal. Fue abucheado e injuriado, y a pesar de ello no se defendió. Estaba solo, porque fue abandonado por todos los que le amaban. Sí, en el monte Gólgota Jesús lo soportó TODO. Él obedeció hasta la muerte, y muerte de cruz (mira Filipenses 2:8). ¡Y gracias a ello, su sacrificio nos permite hoy ser salvos de nuestros pecados, ser sanos de nuestras enfermedades y poder reconciliarnos con el Padre! «Mas Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por su llaga fuimos nosotros curados» (Isaías 53:5). Identificarse con Jesús, con sus sufrimientos y su cruz, es un camino difícil que a veces nos toca vivir como cristianos, pero no te olvides de que este es también un camino de victoria y resurrección. Jesús tomó tu lugar a fin de que no te sintieras nunca más solo/a, aun en medio del dolor. En este día, recuerda que Él tiene sus brazos abiertos para amarte, consolarte, fortalecerte, tranquilizarte y sanarte. Deseo que tengas un buen día, querido/a amigo/a, lleno/a de su paz: ¡Jesús ha vencido y está vivo!
25 mar, 2024
Estados Unidos volvió a demostrar su dominio sobre México al vencerlos 2-0 gracias a los goles de Tyler Adams y Gio Reyna. Con este resultado, los dirigidos por Gregg Berhalter consiguieron su tercer título del torneo, mientras que los aztecas se quedaron con las ganas de ganarlo por primera ocasión. Tras lo visto en las semifinales, donde México derrotó a Panamá con un contundente 3-0 y Estados Unidos sufrió para vencer 3-1 en tiempo extra a Jamaica, se esperaba que la final llevara el ritmo del cuadro azteca, algo que no fue así en la primera parte. Los vigentes campeones se adueñaron del esférico desde el comienzo.
25 mar, 2024
Empezamos esta semana una serie especial de mensajes sobre Semana Santa, como no podía ser de otra manera =) Deseo que estos textos te ayuden a profundizar en el significado del sacrificio de Jesús en la cruz y de su resurrección, y que te ayuden a vivir esta semana de una manera plena. Cada año, cristianos de todo el mundo celebran la Semana Santa para conmemorar la resurrección de Cristo. Más allá de la tradición judía de la Pascua o de la Semana Santa, esta semana nos evoca la más bella historia de amor jamás contada: aquella que llevó a Dios a dar la vida de su hijo único, Jesús, a cambio de la nuestra. La Biblia nos dice lo que padeció Jesús por salvarnos: «Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en Él el pecado de todos nosotros. Angustiado Él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca» (Isaías 53:4-7). En ocasiones quizá no eres consciente de la infinitamente grande gracia de Dios para tu vida. En esos momentos, querido/a amigo/a, te invito a que recuerdes que Jesús, al morir por ti, te dio un acceso ilimitado a la presencia de Dios. ¡Cómo no llenarte de gozo al pensar en todo lo que Jesús ha hecho por ti! Vivió la más grande de las humillaciones, para que tú pudieses ser restaurado (mira Isaías 53:3-10). Destruyó el poder del pecado, para que tú pudieses ser libre de la esclavitud en la que te encontrabas y ser salvo (mira Juan 8:36). Sufrió la separación con el Padre, para que tú pudieses reconciliarte y tener comunión con Él (mira Hebreos 10:19-22). Venció a la muerte para darte vida eterna (mira Romanos 6:23). Sí, querido/a amigo/a, en Cristo tienes todo: paz, libertad, perdón, victoria y vida eterna. Te invito a celebrar la resurrección de Jesús, no solamente en Semana Santa o algunos domingos al año, sino todos los días. ¡Dale las gracias por todo lo que padeció por amor a ti, para darte vida en abundancia! (mira Juan 10:10). Te invito a orar conmigo ahora: «Padre nuestro, ¡cómo puedo agradecerte por este regalo inestimable, por ofrecer la vida de tu hijo Jesús para salvarme! Mi vida es tuya, quiero seguirte cada día y expresar ahora todo mi agradecimiento. ¡A ti sea la alabanza, el honor y la gloria, por los siglos de los siglos! Amén.»
21 mar, 2024
A partir del jueves 21 de marzo, se anunció que los carriles en dirección oeste del Loop 1604 desde la rampa de salida de Lockhill Selma Road hasta la intersección con la I-10 se cerrarán desde las 9 p. m. hasta las 5 a. m. Los cierres se extenderán durante el fin de semana y finalizarán el sábado 23 de marzo. Los conductores que atraviesen el lado norte de San Antonio serán desviados ​​de la autopista en Lockhill Selma Road y tendrán que utilizar la vía de acceso hasta pasar la I-10. Si bien no es un cierre demasiado descabellado, significará que los conductores tendrán que agregar un par de semáforos a sus viajes por carretera, ya sea que continúen hacia el oeste por el Loop 1604 o deseen tomar la I-10.
21 mar, 2024
Jesús pagó, con su sangre en la cruz, el precio del rescate para liberarnos. Libres de la culpa Ya sea que nos sintamos culpables o no, todos lo somos ante Dios, debido a las muchas veces que hemos quebrantado sus leyes, sea en pensamiento, con palabras o con hechos. Así como cuando alguien comete un crimen se le impone un castigo, de la misma manera hay una pena por violar la ley de Dios. "La paga del pecado es muerte" (Romanos 6:23). La consecuencia de las cosas que hacemos mal es la muerte espiritual, ello resulta en la separación de Dios eternamente. Todos merecemos sufrir esa condena. Pero en la cruz, Jesús asumió el castigo en nuestro lugar para que pudiéramos ser completamente perdonados y nuestra culpa sea quitada. Libres de la adicción Jesús dijo: "todo el que peca es esclavo del pecado" (Juan 8:34). Jesús murió para liberarnos de esa esclavitud. En la Cruz, el poder de tu adicción se rompió. Aunque todavía podemos caer de vez en cuando, el poder de esa adicción se rompe cuando Cristo nos libera. Libres del temor Jesús vino para que "con su muerte, sea destruido aquel que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo, y liberar a todos aquellos que toda su vida fueron esclavizados por el temor a la muerte" (Hebreos 2:14-15). Ya no necesitamos temer a la muerte. La muerte no es el fin de aquellos a quienes Jesús ha liberado. Más bien es la puerta de entrada al cielo, donde seremos libres incluso de la presencia del pecado. Cuando Jesús nos hizo libres del temor a la muerte, también nos liberó de todos los demás temores.
20 mar, 2024
Jesús ha sido el único hombre que decidió nacer, y ha sido uno de los pocos que ha decidido morir. Él dijo que la razón por la cual Él vino fue para morir por nosotros. Él vino a "dar su vida como rescate por muchos" (Marcos 10:45). Jesús dijo que Él murió "por" nosotros. La palabra "por" significa "en vez de". Él lo hizo porque nos amaba y no quería que tuviéramos que pagar la pena por todas las cosas que hemos hecho mal. En la cruz, Él efectivamente decía: "Yo tomaré todas esas cosas sobre mi". Él lo hizo por ti, y lo hizo por mí. Si tú o yo hubiéramos sido las únicas personas en el mundo, Él lo hubiera hecho por nosotros. San Pablo escribió acerca de "El Hijo de Dios, quien me amó y se dio por mí" (Gálatas 2:20). Fue por amor a nosotros que dio Su vida como rescate. La palabra "rescate" proviene del mercado de esclavos. Una persona amable podía comprar un esclavo y darle libertad, pero primero el precio por el rescate tenía que ser pagado. Jesús pagó, con Su sangre en la cruz, el precio del rescate para darnos libertad.
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